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Kinshasa (Agencia Fides) - Más de 220.000 personas están desplazadas en el este de República Democrática del Congo desde que un grupo de desertores militares del ejército nacional congoleño (FARDC) ha formado una nueva banda de guerrilleros, la M23.
El dato lo ha publicado la agencia IRIN, promovida por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, según la cual los desplazados internos en la región han superado los dos millones por primera vez desde 2009. Unos 20.000 congoleños, entre ellos 600 soldados de las FARDC, se han refugiado en Uganda y Ruanda. Sin embargo, este último país, ha sido acusado de apoyar a la M23 en un informe de Human Rights Watch, publicado a principios de junio, y de un informe complementario a la relación del Grupo de Expertos sobre la República Democrática del Congo (véase Fides 27/6/2012).
El apoyo de Rwanda, según el documento de la ONU, parece consistir en el suministro de armas, en el transporte de hombres y equipos del M23 a través del territorio de Rwanda, y en el reclutamiento de los ruandeses y congoleños que viven en Ruanda, que se unen las filas del movimiento. El documento también afirma que Ruanda podría estar apoyando a otros 6 grupos armados que operan en la región. Las acusaciones han sido negadas por el gobierno de Kigali. Ruanda dice que su único interés en el este de la República Democrática del Congo se deriva de la presencia en la zona de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo se formado originalmente por milicias hutus responsables de las matanzas ruandesas del 1994 que se han refugiado en el antiguo Zaire. Sin embargo, el informe de la ONU afirma que entre los reclutados por el gobierno ruandés para reforzar la M23 también se encuentran antiguos miembros de las FDLR que se habían rendido y reintegrado en Ruanda.
Como a menudo ha sido denunciado por muchos, incluidos los misioneros y Obispos congoleños, la inestabilidad en el este de República Democrática del Congo es funcional a la depredación de la enorme riqueza natural de la zona. Los Obispos han reiterado su oposición inequívoca a la “balcanización del país” (véase Fides 10/7/2012), que podría empezar desde el este, separando las dos provincias de Kivu del resto del país. (L.M.) (Agencia Fides 11/7/2012)
