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Kinshasa (Agencia Fides) - En Kivu del Norte, al este de la República Democrática del Congo, la situación sigue siendo precaria por la presencia de cientos de militares desertores que han permanecido fieles a Bosco Ntaganda, antiguo Jefe de Estado Mayor del CNDP (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo), un movimiento rebelde que ha firmado formalmente un acuerdo de paz con Kinshasa, pero que en realidad sigue actuando para desestabilizar esta zona del país.
Según un análisis enviado a la Agencia Fides por la “Red Paz para el Congo”, un grupo de desertores militares leales al general Bosco Ntaganda han formado un nuevo movimiento rebelde, llamado M23, en referencia al acuerdo de paz firmado el 23 de marzo de 2009 , un acuerdo que había permitido a los rebeldes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) integrarse en las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC). El ala militar de este nuevo movimiento sería el Ejército Nacional congoleño/CNDP (ANC/CNDP). Su jefe sería el coronel Sultani Makenga, quien desertó el 4 de mayo.
Según sus fundadores, el objetivo del movimiento M23 es reforzar el acuerdo de paz firmado en 2009 entre el gobierno congoleño y el CNDP. Según ellos, el acuerdo de paz negociado con el gobierno el 23 de marzo de 2009, no ha sido aplicado bien, por lo tanto, en un comunicado del 6 de mayo, sostienen que es necesario “revitalizar la aplicación”.
Algunos miembros de la sociedad civil de Kivu del Norte creen que el nuevo movimiento rebelde ha sido creado por Ntaganda y sus colaboradores más cercanos, con el fin de reposicionarse en la escena política, en un momento en el que se están perfilando las instituciones que han surgido a raíz de las últimas elecciones.
Según la opinión de muchos observadores, el general Bosco Ntaganda, perseguido por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, está preparando un nuevo escenario que le permitiría regresar con fuerza al ámbito político congoleño.
Con la creación de este movimiento, el general Bosco Ntaganda, probablemente quiere demostrar que sigue siendo una persona importante con la que el gobierno congoleño debe negociar y cooperar. Por lo tanto las autoridades congoleñas se verán obligadas a no entregarlo a la CPI
Los cálculos del número dos del ex CNDP se ven reforzados también por los vínculos que mantiene desde hace varios años con muchos políticos y militares congoleños. Bosco Ntaganda y muchos de sus colaboradores se han convertido en poderosos porque también participan en la explotación ilegal de las riquezas minerales del este de la República Democrática del Congo. Este comercio ilegal de minerales es el que alimenta a los diversos grupos armados y a los señores de la guerra que dictan la ley en el Este. (L.M.) (Agencia Fides 10/5/2012)
