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Kinshasa (Agencia Fides) - En la noche entre el 18 y 19 de mayo un grupo de guerrilleros del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) ha secuestrado entre 15 y 18 personas en un pueblo a 7 km de Ango, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC). Lo confirma Su Exc. Mons. Ung'Eyowun Etienne, Obispo de Bondo, en un breve comunicado publicado en la página web de la Conferencia Episcopal del Congo. "Un día después los hombres del LRA han atacado una aldea a 30 km de la anterior", explica a la Agencia Fides Mons. Ung'Eyowun.
El LRA es un grupo de guerrilla que nació en la segunda mitad de los años 80 del siglo pasado en el norte de Uganda, y que en los últimos años ha trasladado sus actividades al noreste de la República Democrática del Congo, al sureste de la República Centro africana y al sur de Sudán. Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, sólo en el noreste de la RDC, hay unos 300.000 desplazados internos por culpa de la violencia del LRA.
“Las condiciones de inseguridad se derivan del hecho de que hay pocas tropas del ejército regular, mal armados y mal equipados, además de que las fuerzas de la ONU no están presentes porque están desplegados en otras regiones de la República Democrática del Congo.
La población tiene miedo y se traslada a los centros habitados más grandes, abandonando sus pueblos más expuestos a las incursiones del LRA", dice a Fides Mons. Ung'Eyowun.
"Los desplazados internos son atendidos por la Iglesia y por una docena de organizaciones humanitarias, que están presentes en Ango y en otras dos localidades más, y distribuyen alimentos a la población", dice el Obispo de Bondo.
Hace un año, el 24 de mayo de 2010, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, promulgó el LRA Disarmament and Northern Uganda Recovery Act, en el que los EE.UU. Se comprometían a ayudar a las poblaciones del centro de África afectadas por la violencia del LRA.
"Doy las gracias a aquellos que siguen hablando de la tragedia causada por el LRA. Es necesario que esta ley se aplique en su totalidad para poner fin al sufrimiento de la población", concluye Mons. Ung'Eyowun. (L.M.) (Agencia Fides 24/5/2011)
