AMERICA/HAITÍ - A 12 meses del terremoto, entre las ayudas prometidas y el compromiso de los misioneros

miércoles, 12 enero 2011

Port au Prince (Agencia Fides) – Un año después del terremoto que devastó el país, los haitianos todavía están esperando ver cambios significativos que levanten de la catástrofe a la nación más pobre de América. El terremoto del 12 de enero del 2010 dejó más de 250.000 muertos y dos millones de personas sin hogar. En los días siguientes llegaron toneladas de ayudas y alimentos, y muchas autoridades de todo el mundo visitaron Port-au-Prince. La primera ayuda partió de la vecina República Dominicana, que mostró desde el primer momento su solidaridad, creando un puente aéreo para las ayudas internacionales porque el aeropuerto de la capital haitiana estaba inutilizable tras el terremoto.
En la cumbre de los donantes en Nueva York, el 31 de marzo de 2010, el mundo se comprometió a dar una contribución de 5,3 millones de dólares en dos años, una cifra considerada muy importante, pero insuficiente para la completa reconstrucción. De hecho, Haití ha visto destruirse un 60% de las infraestructuras, aproximadamente 200.000 viviendas dañadas y perdidas por un valor de 7.800 millones de dólares, equivalente al 120% de su producto interno bruto del 2009. Motivo por el que el Primer Ministro Jean Max Bellerive definió como "delgada" la contribución prometida.
Doce meses después del terremoto, la mayor parte de esa ayuda no ha llegado aún a la nación caribeña. En el mes de julio, conmemorando los primeros 6 meses después del terremoto, el presidente haitiano René Preval había dicho que existía una gran desproporción entre los fondos necesarios para la reconstrucción y los recibidos hasta el momento. Los mismos donantes han reconocido que no todas las ayudas prometidas han sido enviadas. El Banco Mundial espera completar la entrega de 749 millones de dólares a finales del año 2011. El FMI aprobó la cancelación de la deuda de Haití, que ascendía a 268 millones de dólares. El Banco Interamericano por el Desarrollo (Inter-American Development Bank) en 2010, ha asignado 176 millones de dólares para Haití. La Unión Europea ha anunciado que de los 1.235 millones de euros (alrededor de 1,6 millones de dólares) previstos para la reconstrucción de Haití, hasta el momento se han entregado sólo 422 millones de euros (alrededor de 560 millones de dólares). La Unión de las Naciones Suramericanas (UNASUR) ha recogido el 75% de los 100 millones de dólares prometidos para Haití, lo ha comunicado a la agencia Efe su representante especial en Haití, Rodolfo Materolo. Sin embargo, hay muchas voces que denuncian la falta de coherencia con las promesas de ayuda, como el sacerdote Ángel García, presidente de la ONG española "Mensajeros de la Paz", que ha declarado a la prensa que en Haití "no se ha reconstruido nada” (véase Fides 8/10/2010).
La Comisión Interna para la Reconstrucción de Haití (CIRH) ha reconocido en su reunión de mediados de diciembre de 2010, celebrada en Santo Domingo, que los objetivos para el 2011 incluyen la transferencia de 400.000 desplazados de unos 1,3 millones que todavía siguen viviendo en tiendas de campaña, en los campamentos provisionales, y la eliminación del 40% de los escombros causados por el terremoto (véase Fides 6/11/2010).
Haití con anterioridad al 12 de enero de 2010 ya estaba sumergida en una profunda crisis que tocaba aspectos económicos, políticos, sociales y culturales: el desempleo estaba al 70% y la extrema pobreza afecta al 80% de la población. Por desgracia, la corrupción, que se teme podría haber desviado importantes recursos para la ayuda humanitaria, sigue siendo uno de los grandes males del país, como se indica en el informe 2010 de “Transparency International”, que coloca a Haití en el 146 lugar entre 178 países.
La situación se ha visto agravada ulteriormente debido a la crisis política, con las acusaciones de fraude y engaños lanzadas durante la primera ronda de las elecciones presidenciales del pasado noviembre (véase Fides 10/12/2010), y de la epidemia de cólera que estalló en octubre, y que ha causado más de 3.400 muertes y ha creado nuevas necesidades.(véase Fides15/11/2010).
La ONU está tratando de recaudar 164 millones de dólares para combatir la epidemia, pero ha conseguido sólo una quinta parte de esta cifra, según cuanto ha afirmado el 17 de diciembre de 2010, el Director general de UNICEF, Anthony Lake.
Mientras tanto, la Iglesia Católica ha organizado desde los primeros momentos de la emergencia una red de ayuda que ha tenido como punto de referencia los hospitales, escuelas, centros de formación y monasterios, en colaboración con organizaciones no gubernamentales y movimientos religiosos y eclesiales internacionales. Los varios Obispos que han podido visitar Haití, se han convertido en testigos de la ayuda internacional (véase Fides 19/11/2010) y las muchas congregaciones religiosas presentes en Haití han acordado un plan de acción para garantizar la asistencia en las diferentes zonas del país (véase Fides 20/09/2010). Los misioneros se han encontrado después ante una nueva situación, especialmente crítica debido a la propagación de la epidemia de cólera a la que están tratando de hacer frente (veáse Fides 26/11/2010). (CE) (Agencia Fides, 12/01/2011)


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