AMÉRICA/HAITÍ - El huracán Beryl destruye los cultivos de Pourcine: la población pierde su última fuente de ingresos.

lunes, 8 julio 2024

MM

Por Antonella Prenna

Pourcine (Agencia Fides) – “El huracán apenas nos ha golpeado, pero la situación aquí en Pourcine es muy difícil”, así lo informa a la Agencia Fides, desde Puerto Príncipe, el padre Massimo Miraglio, hablando sobre el reciente paso del huracán Beryl, que está devastando el Caribe (véase Agencia Fides 5/7/2024). Pocos días antes del impacto del huracán, se había realizado la entrega de las notas a los alumnos de la escuela parroquial de Pourcine-Poc Makaya.

“Desgraciadamente, la zona de mi parroquia es la más dañada de la costa sur de la isla de Haití, ya que se encuentra entre dos ventoleras”, continúa el misionero camiliano, refiriéndose a la parroquia de Nuestra Señora del Socorro de Pourcine, de la cual es párroco (véase Agencia Fides 28/9/2023).

"En particular, se han destruido cultivos -frutales, plataneras, maíz-, causando graves daños a la ya precaria seguridad alimentaria y económica de la población. Las plantaciones de judías, alimento básico de la población, se han visto gravemente afectadas, sobre todo donde ya estaban plantadas". "Aquí, paradójicamente - continúa el P. Massimo - afortunadamente no hay casas de verdad, porque con el huracán Matthew en 2016 primero (véase Agencia Fides, 06/10/2016) las casas fueron completamente destruidas y luego el terremoto de 2021 (véase Agencia Fides 25/8/2021), que tuvo su epicentro no muy lejos de la parroquia, derribó todo lo que quedaba en pie. Como resultado, la gente vive actualmente en refugios, pequeñas casas hechas a mano con materiales muy pobres. La mayoría están cubiertas de chapa y han resistido el impacto. Las más dañadas son las de las familias más pobres, que no tienen techo. Las chapas de la escuela nacional también quedaron destruidas".

"Con la destrucción de los cultivos que garantizaban un mínimo de seguridad alimentaria a la población, como ya se ha dicho, los meses venideros también se han visto comprometidos, tanto desde el punto de vista de la cosecha como de la venta de los productos de la tierra, única fuente de ingresos. Gracias a Dios no se han registrado heridos ni muertos, entre otras cosas porque la fuerza mayor del viento se desató cuando ya había amanecido. El viento empezó a soplar hacia las 11 de la noche del martes 3 de julio y amainó hacia las 6 de la tarde del día siguiente. De hecho, cuando estos eventos ocurren durante el día son más manejables".

"El mayor problema -señala el P. Miraglio, el único misionero camiliano italiano presente en Haití desde hace 18 años- sigue siendo el de no tener un lugar al que acudir para refugiarse eventualmente. Si pasaran otros huracanes y nos golpearan más fuerte que éste, sobre todo de noche, sería muy difícil ponerse a salvo porque no hay ningún lugar donde la gente pueda reunirse y refugiarse. Y esa es una de las cosas en las que nos estamos centrando. Definitivamente no podremos hacerlo este año, pero para el año que viene queremos intentar ver cómo podemos hacer un pequeño edificio que pueda albergar a la población. En caso de huracanes realmente fuertes, existiría un alto riesgo de pérdida grave de vidas, entre árboles que caen, chapas que vuelan por todas partes, en medio del barro y un terreno muy accidentado, se hace muy difícil salvarse".

"Además -concluye el camilo-, una de las prioridades es construir una iglesia que se convierta en sala comunitaria, lugar de encuentro y, sobre todo, refugio en caso de catástrofes medioambientales. Desgraciadamente, la localidad de Pourcine se encuentra en un lugar muy propicio al paso de los huracanes".
(Agencia Fides 8/7/2024)


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