ÁFRICA/CONGO RD- Se hace realidad el sueño de un misionero que pasó 43 años en el Congo: El “Hospital Pére Crippa Joseph”, en Kivu del Sur, será un símbolo de paz en una población golpeada por la guerra entre tres países

viernes, 18 diciembre 2009

Bukavu (Agencia Fides) – Finalmente también en la zona de Kamanyola se realizará un centro hospitalario para poder atender las muchas emergencias que golpean a los habitantes de esa zona gravemente afectada por años de guerra y donde el sida, el paludismo, enfermedades intestinales, de la piel, tuberculosis, diabetes, enfermedades pulmonares y problemas cardiacos afectan con mucha frecuencia a la población y constituyen la principal prioridad sanitaria. Sobre este proyecto que se está realizando la Agencia Fides entrevistó al P. Franco Bordignon, Misionero Javeriano, ecónomo regional de la diócesis de Bukavu, que se está ocupando de la construcción del hospital que llevará el nombre de “Hospital Pére Grippa Joseph”, en recuerdo del misionero p. José Crippa, muerto el pasado 26 de octubre a causa de una hemorragia cerebral.
P. Crippa transcurrió 43 año como misionero en la República Democrática del Congo, de los cuales 8 en la diócesis de Bukavu y 35 en la de Uvira, 22 de estos en Kamanyola. “Desde hace años el P. José hablaba de esta obra médica en honor a su familia, que había donado todo el patrimonio del padre y de los hermanos y hermanas con este fin – le cuenta a la Agencia Fides p. Bordignon –. Lamentablemente con los muchos años de guerra en el Congo no fue posible realizarlo antes. Finalmente hemos superado los distintos problemas a nivel local y obtenido todos los permisos religiosos y civiles, a nivel regional y nacional. Entre diciembre del 2008 y enero del 2009 comenzaron los trabajos”.
“Al comienzo no fue fácil – nos cuenta p. Bortignon – elegir el lugar. En todas partes había necesidades y, con un acuerdo con la diócesis de Uvira, se compró un terreno en Kamanyola, en la frontera con Ruanda y Burundi, dando así un mensaje de paz a todos, a la población y a las autoridades. Se trata de una pequeña ciudad tres grados por debajo del ecuador, a 900 metros de altura que actualmente cuenta con 50,000 habitantes y está en plena expansión. El terreno se encuentra junto a la carretera asfaltada (un raro privilegio en el Congo) que va desde Uvira, capital de la subregión de la Región de Kivu del Sur. Actualmente el hospital más cercano está a 75 Km. de distancia, en Uvira (a unos 90 minutos en automóvil). El otro se encuentra en Nyangezi, a 35 Km., pero es difícil llegar pues el camino esta en muy malas condiciones. Este hospital atenderá a la mayor parte de los ciudadanos de los alrededores de Kamanyola”.
Según las normas de la Organización Mundial de la Salud, las camas deberían ser 100, pero se puede llegar fácilmente a 150, continúa p. Bortignon. Se calcula que los pabellones de maternidad y cirugía serán los que tendrán más trabajo, como sucede en la mayor parte de los hospitales de la región. El local, en espera de la luz eléctrica, contará con un grupo electrógeno central muy grande y con pequeños grupos para cada pabellón. También se han proyectado dos grandes cisternas de agua, ya que ésta no es constante.
Por razones de seguridad todo el terreno ha sido cercado con un muro. Los pabellones se están aún construyendo y ocupan una hectárea de terreno. Los trabajos de construcción terminarán en el 2010. El hospital está compuesto por un pabellón central con varios consultorios, laboratorio de análisis, emergencia y dirección; el pabellón de cirugía, el pabellón de medicina interna con tres repartos: para hombres, mujeres y niños; el pabellón de rayos x y ecografías; el pabellón de maternidad y ginecología; un pabellón con cuatro miniapartamentos; el pabellón para los médicos externos y los médicos visitantes; la morgue, una pequeña capilla, la cocina y la lavandería.
“Todos los bloques están relacionados entre ellos por pasillos cubiertos -explica el P. Bortignon-. Fuera de los muros del hospital estarán la casa para el director y el vice director, y la casa para la comunidad de las hermanas que tendrán la gestión del hospital. Además estarán a disposición de las familias del personal del hospital y de las hermanas, 5 hectáreas de terreno para el cultivo agrícola ( maní, maíz, yuca, soya, frijoles, guisantes y legumbres varias), y otras 10 hectáreas para cultivar y contribuir al autofinanciamiento del hospital. La construcción está encargada a una empresa de Burundi, pero con personal de Kamanyola. Los trabajos son supervisados en el lugar por un voluntario italiano quien ya labora como misionera laico en la zona. El hospital, a pesar de ser propiedad de la diócesis de Uvira, será oficialmente aceptado como hospital que depende, para la parte médica, del Ministerio de Salud”. (AP/FB) (18/12/2009 Agencia Fides líneas 50, palabras 762)


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