VATICANO - Ecumenismo con los santos: el Papa Francisco abraza al Patriarca asirio Mar Awa y anuncia la inclusión de San Isaac de Nínive en el Martirologio Romano

sábado, 9 noviembre 2024

Vatican Media

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Un abrazo bajo los ojos del Cristo resucitado pintado por el Perugino y el anuncio de la inclusión de uno de los Padres más venerados de la tradición sirio-oriental dentro del Martirologio Romano. Treinta años después de la firma de la Declaración cristológica común, destinada a reafirmar la fe común en Cristo, y cuarenta años después de la primera visita a Roma de un Patriarca asirio, la Iglesia católica y la Iglesia asiria de Oriente prosiguen el camino del diálogo y de oración, hacia el restablecimiento de la plena y total comunión visible.

La Declaración cristológica conjunta, firmada el 11 de noviembre de 1994 por San Juan Pablo II y el Patriarca Catholicos Mar Dinkha IV, ha sido el tema central del encuentro, que ha tenido lugar en el Palacio Apostólico, entre el Papa Francisco y Mar Awa III, Patriarca Catholicos de la Iglesia Asiria de Oriente. También han estado presentes en el encuentro los miembros de la Comisión mixta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia asiria de Oriente, instituida por la misma Declaración y que recientemente ha iniciado una nueva fase de diálogo sobre la liturgia en la vida de la Iglesia.

El «gracias» del Pontífice ha ido dirigido precisamente a los miembros de la Comisión Mixta por su compromiso. «De hecho, sin vuestro trabajo, estos acuerdos doctrinales y pastorales no habrían sido posibles», ha afirmado el Papa Francisco en su discurso, añadiendo: «Me alegro de la publicación de un libro conmemorativo, con los diversos documentos que marcan las etapas de nuestro camino hacia la plena comunión, con un prefacio conjunto de Su Santidad y mío. En efecto, el diálogo teológico es indispensable en nuestro camino hacia la unidad, ya que la unidad que anhelamos es la unidad en la fe, siempre que el diálogo de la verdad no esté nunca separado del diálogo de la caridad y del diálogo de la vida: un diálogo humano y total».

La plena unidad en la fe, ha subrayado el Obispo de Roma, «ya la han alcanzado los santos de nuestras Iglesias. Ellos son nuestros mejores guías en el camino hacia la plena comunión. Por esta razón, con el acuerdo de Vuestra Santidad y del Patriarca de la Iglesia caldea, y animado también por el reciente Sínodo de la Iglesia católica, me complace anunciar que el gran Isaac de Nínive, uno de los Padres más venerados de la tradición siro-oriental, reconocido como maestro y santo por todas las tradiciones, será introducido en el Martirologio romano».

Monje y obispo en la segunda mitad del siglo VII, nacido en el actual Qatar, donde tuvo su primera experiencia monástica, Isaac fue ordenado obispo de la antigua Iglesia de Oriente para la ciudad de Nínive, cerca de la actual Mosul (Irak), por el catholicos de Seleucia-Ctesifonte, Jorge I. Tras unos meses de episcopado, pidió volver a la vida monástica y se retiró al monasterio de Rabban Shabur en Beth Huzaye (en el actual suroeste de Irán). Aquí compuso varias colecciones de discursos de contenido ascético-espiritual que le han hecho famoso.

A pesar de pertenecer a una Iglesia que ya no estaba en comunión con ninguna otra, porque no había aceptado el Concilio de Éfeso de 431, los escritos de Isaac se tradujeron a todas las lenguas habladas por los cristianos: griego, árabe, latín, georgiano, eslavo, etíope, rumano y otras. Isaac se convirtió así en una importante autoridad espiritual, especialmente en los círculos monásticos de todas las tradiciones, que rápidamente lo veneraron entre sus santos y padres.

Por su intercesión, ha manifestado el Papa, «los cristianos de Oriente Medio podrán dar siempre testimonio de Cristo resucitado en esas tierras desgarradas por la guerra. Y que la amistad entre nuestras Iglesias siga floreciendo, hasta el día bendito en que podamos celebrar juntos en el mismo altar y comulgar del mismo Cuerpo y Sangre del Salvador».

La inclusión de San Isaac en el Martirologio Romano, subraya un comunicado del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, «demuestra que la santidad no se detiene con las separaciones y existe más allá de las fronteras confesionales. Como declaró el Concilio Vaticano II: 'reconocer las riquezas de Cristo y las obras virtuosas en la vida de los demás, que dan testimonio de Cristo a veces hasta el derramamiento de sangre, es algo justo y saludable' (Unitatis Redintegratio 4)».

«Se espera -se lee además en el Comunicado del Dicasterio- que la inclusión en el Martirologio Romano de Isaac de Nínive, testigo del precioso patrimonio espiritual cristiano de Oriente Medio, contribuya al redescubrimiento de su enseñanza y a la unidad de todos los discípulos de Cristo».
(F.B.) (Agencia Fides 9/11/2024)


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