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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Hace treinta años, Juan Pablo II, Obispo de Roma y Papa de la Iglesia Católica, y Su Santidad Mar Dinkha IV, Catholicos-Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, firmaron la Declaración Cristológica común entre la Iglesia Católica y la Iglesia Asiria.
Lo que sucedió hace tres décadas representa un paso fundamental hacia la reconciliación y la plena unidad de ambas Iglesias, que el sábado 9 de noviembre se reencontrarán para conmemorar la publicación del documento, que tuvo lugar el 11 de noviembre de 1994.
En las próximas horas, de hecho, según informa el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Papa Francisco se reunirá con Su Santidad Mar Awa III, Catholicos Patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, quien ha llegado a Roma en las últimas horas para participar también en un “Acto académico” sobre la Declaración Cristológica en el Angelicum, en el que han participado, entre otros, el cardenal Kurt Koch, el obispo Antoine Audo, el metropolitano Mar Meelis Zaia y el obispo Johan Bonny. Precisamente para celebrar los tres decenios del documento y el cuadragésimo aniversario de la primera visita de un Patriarca asirio a Roma. Antes de 1984, ningún Patriarca asirio había entrado en el Vaticano.
En estos cuarenta años de historia, se han dado pasos adelante para la reunificación de las Iglesias. Tras los encuentros y la Declaración Cristológica, se estableció una Comisión mixta para el diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Asiria de Oriente (cuyos miembros estarán presentes en el encuentro entre el Patriarca y el Pontífice, n.d.r.), y se firmó un texto en el que católicos y asirios reconocen mutuamente la validez de los sacramentos celebrados y administrados en la Iglesia Católica y en la Iglesia Asiria de Oriente.
Desde 2001, además, la Iglesia Asiria de Oriente ha autorizado experiencias de hospitalidad eucarística con la Iglesia caldea, en situaciones pastorales que lo requieren.
En tiempos recientes, gracias al trabajo de la Comisión mixta, nacida precisamente con el objetivo de “disipar los obstáculos del pasado que aún impiden alcanzar la plena comunión” entre las dos Iglesias, se ha iniciado una nueva fase de diálogo sobre la liturgia en la vida de la Iglesia.
“No hubo ningún anatema entre la antigua Iglesia Asiria de Oriente y la Iglesia de Roma. La separación comenzó con el Concilio de Éfeso, en el 431, pero el Depositum fidei que celebramos antes de Éfeso es compartido, y estamos llamados a custodiarlo juntos”, dijo en una entrevista concedida hace unos meses a Fides Mar Awa III, quien ya en 2022 veía el año 2025 como un hito esencial en el camino de reconciliación: “En 2025 se celebran los 1700 años del Concilio de Nicea. Se ha comenzado a hablar sobre la posibilidad de un encuentro para celebrar ese Concilio todos juntos: la Iglesia de Roma, las Iglesias ortodoxas, las antiguas Iglesias de Oriente… Nicea nos une. Nicea es de todos. En nuestras diferentes liturgias recitamos el Credo de Nicea, aunque no estemos en plena comunión”. Además, el diálogo entre las dos Iglesias continúa en otros ámbitos, como el de decidir una fecha común fija para la celebración de la Pascua.
Alcanzar la “plena comunión – subrayó Mar Awa III a Fides en la misma entrevista – es un camino a largo plazo, y sería un camino a compartir con todas las demás Iglesias no católicas, un camino guiado por la oración intensa y por el mismo Espíritu Santo”.
(F.B.) (Agencia Fides 8/11/2024)