Seúl (Agencia Fides) - «Los jóvenes emigrantes que se trasladan de Timor Oriental a Corea en busca de trabajo y de una vida mejor son también misioneros, que aportan una preciosa herencia de fe, viviendo su testimonio cristiano con sencillez y convicción. Aportan su compromiso y honradez. Además, son dignos de alabanza porque tienen un corazón abierto a la solidaridad: vienen a tierras extranjeras y se sacrifican por sus familias y comunidades, enviando sus remesas a casa». Así lo ha subrayado el cardenal Virgilio do Carmo da Silva, arzobispo de Dili, en una visita a Corea para encontrarse con la población inmigrante que se ha asentado en suelo coreano procedente de la pequeña nación de mayoría católica. «Expreso mi más profundo afecto y aliento a todos los timorenses orientales en Corea», ha declarado.
El Arzobispo de Dili ha declarado que ha venido a Corea con «el corazón de un padre» para participar en el «Festival de Timor Oriental en Corea», donde residen actualmente más de 5.800 ciudadanos timorenses, casi todos jóvenes. El 'Festival Amicus 2024' ha sido coorganizado en Corea por la Comisión Episcopal para los Migrantes, el Comité para Asuntos Pastorales y la Embajada de Timor Oriental en Corea, y se ha celebrado en Asan, provincia de Chungcheong del Sur, durante los últimos días, concluyendo con el 'Chuseok' (Día de Acción de Gracias en coreano, una de las fiestas más importantes en Corea, ed.). Durante la Eucaristía celebrada por el Cardenal, 322 jóvenes timorenses han recibido el Sacramento de la Confirmación.
El Arzobispo de Dili ha recordado: «Timor Oriental, que se independizó de Indonesia en 2002, es ahora un país en vías de desarrollo. Mientras experimentamos el reto del desempleo en el actual marco económico y social, miles de jóvenes abandonan cada año el país en busca de una vida mejor. Y se llevan con ellos el don de la fe que han recibido y cultivado en la comunidad católica timorense».
El Cardenal da Silva ha relatado la alegría que le produjo la visita del Papa Francisco a la Iglesia de Timor Oriental, del 9 al 11 de septiembre, durante su reciente viaje a Asia y Oceanía. Y ha afirmado: «El Papa, como representante de Cristo, ha confirmado que la fe del pueblo timorense se ha convertido en la cultura y la identidad de Timor Oriental». Recordando que había venido a Corea por cuarta vez, ha agregado: «La última vez, con la Congregación coreana para los Beatos Mártires, sentamos las bases de una cooperación en el campo médico. Espero que siempre puedan establecerse nuevos lazos de comunión y cooperación entre la Iglesia coreana y la Iglesia timorense».
A continuación, el Arzobispo ha recordado que el Papa ha invitado a los jóvenes de Timor Oriental a participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2027 en Seúl. «Muchos jóvenes trabajadores de Timor Oriental, casi 6.000, están ya en Corea. Todos ellos tienen la oportunidad de participar activamente e implicarse en la JMJ de Seúl», ha dicho el Arzobispo, invitándoles a aprovechar la oportunidad, para vivir plenamente un momento de crecimiento humano y espiritual.
Por último, el Cardenal ha expresado su gratitud y agradecimiento a la Iglesia coreana por la acogida y ha dedicado unas palabras especiales a los empresarios coreanos que contratan a jóvenes timorenses, asegurando que ellos, con su proverbial compromiso y dedicación, «podrán convertirse en una fuerza motriz para ayudar a las empresas coreanas en su trabajo».
(PA) (Agencia Fides 2/10/2024)