Mogadiscio (Agencia Fides) – Guerras (¿por ahora?) de palabras y comunicados en el Cuerno de África entre Somalia, Somaliland y Etiopía en torno a los recientes suministros militares llegados a la región. El 20 de septiembre, el gobierno de Mogadiscio condenó lo que calificó como “un suministro ilegal de armas” por parte del gobierno de Addis Abeba a Puntland, una región somalí autónoma que cuenta con sus propias instituciones, pero que hasta ahora no ha declarado su intención de separarse del resto de Somalia. Una decisión que sí fue adoptada por Somaliland, región del norte, que declaró su independencia de Mogadiscio en 1991.
El 1 de enero de 2024, Somaliland firmó un acuerdo naval con Etiopía (véase Fides 3/1/2024), lo que suscitó la ira de Mogadiscio porque, a cambio de la concesión de una base naval y el control de un tramo de su costa, Somaliland obtuvo de Etiopía el reconocimiento como Estado independiente. Addis Abeba se convierte así en el gran protector, incluso militar, de Somaliland, aumentando los temores de Mogadiscio por la integridad territorial de Somalia. Preocupaciones ahora acentuadas por el suministro de armas por parte de Etiopía a Puntland. Las autoridades de la región autónoma, aunque reconocen las de Mogadiscio, están en conflicto con estas últimas, ya que afirman no haber recibido de Mogadiscio la ayuda necesaria para combatir a los yihadistas presentes en su territorio. Se trata tanto de grupos vinculados a Al Shabaab como al Estado Islámico. El gobierno etíope parece, por lo tanto, insertarse en las tensiones entre Puntland y Somalia para ampliar su espacio de maniobra en la zona.
A pocos días de la dura postura del gobierno de Mogadiscio, llegan las protestas de Addis Abeba por la llegada en Somalia de suministros militares egipcios destinados a las fuerzas armadas locales. Se trata de la segunda entrega de armamentos por parte del Cairo en virtud del acuerdo militar firmado entre Egipto y Somalia en agosto (véase Fides 30/8/2024).
Según el Ministro de Relaciones Exteriores etíope, el suministro de armas por parte de "fuerzas externas" corre el riesgo de "exacerbar el frágil contexto de seguridad", además de que estas armas pueden "terminar en manos de terroristas en Somalia".
Mientras que su homónimo de Somaliland ha dicho: “La proliferación incontrolada de armas en un entorno ya frágil aumenta el riesgo de una carrera armamentista, con varias facciones que probablemente intenten aumentar sus reservas para salvaguardar sus intereses".
Las tensiones entre Egipto y Etiopía respecto a la gestión de las aguas del Nilo se han trasladado a Somalia, con el gobierno somalí, respaldado por El Cairo (aunque Mogadiscio también tiene importantes acuerdos militares con Turquía, que está tratando de mediar en este momento, véase Fides 2/7/2024), que se ve tentado de alimentar las tensiones internas en el país vecino (véase Fides 17/9/2024).
(L.M.) (Agencia Fides 24/9/2024)