ASIA/VIETNAM - La memoria agradecida de los mártires y el presente de la Iglesia

jueves, 1 agosto 2024 mártires   misión   persecuciones  

Hanoi (Agencia Fides) – El 1 de agosto el Martirologio romano también celebra la memoria de dos sacerdotes mártires que “en la ciudad de Nam Dinh, en Tonkin, hoy Vietnam”, fueron “decapitados por Cristo bajo el emperador Minh Mang”. Se trata de los santos Dominic Nguyen Van Hanh y Bernard Vu Van Due. Poco se sabe de sus vidas hasta el punto de que las noticias sobre su martirio se condensan en ese único detalle: “Decapitados por Cristo”. Bastan unas pocas palabras para que la memoria cristiana conserve y transmita de generación en generación la gratitud hacia quienes, siguiendo con alegría a Jesús, dieron testimonio de Él abrazando también su cruz.

Según los documentos, en Vietnam se emitieron un total de 53 edictos, todos ellos firmados por reyes o autoridades, que durante más de dos siglos y medio provocaron largos períodos de sangrienta persecución contra los cristianos, provocando decenas de miles de muertes. En Vietnam, la sangre de los sacerdotes nativos mártires pronto se mezcló con la de los misioneros mártires. A lo largo de los siglos, estos mártires han sido enterrados de forma anónima, pero su memoria siempre ha permanecido viva en las comunidades católicas locales. Esta sangre de los mártires ha propiciado el florecimiento de una Iglesia viva, que hoy cuenta con más de 6 millones de bautizados.

Desde principios del siglo XX hasta hoy, 117 de estos mártires han sido elegidos y elevados al honor de los altares. El primer Papa que beatificó a los mártires de Vietnam fue León XIII, quien en 1900 proclamó beatos a 64 vietnamitas. Seis años más tarde fue Pío X quien elevó a los altares a otros ocho mártires de Vietnam. Pío X, tres años después de la primera ceremonia, beatificó a otros veinte. En 1951, Pío XII proclamó beatos a otros veinticinco mártires del país asiático. El 18 de abril de 1986 se emitió el decreto por el que se fusionaban en una sola las causas de canonización de los 117 mártires en total. Tras el decreto “de signis” del 5 de junio de 1986 que sancionó la continuidad de la fama de los signos y milagros relativos a todos estos mártires, Juan Pablo II los canonizó el 19 de junio de 1988.

Son noventa y seis, de los cuales treinta y siete son sacerdotes (once eran dominicos), hay un seminarista, dieciséis catequistas, diez terciarios dominicos y una mujer. Los misioneros procedentes de otros países mártires en Vietnam y canonizados ascienden a veintiuno. Once de ellos son españoles (todos de la Orden de los Frailes Predicadores, entre ellos seis obispos y cinco sacerdotes) y diez son franceses, pertenecientes a las Misiones Etrangeres de París (MEP), de los cuales dos son obispos y ocho son sacerdotes).

Gracias a los distintos edictos reales, también se conocen las torturas que llevaron a las víctimas a recibir el don del martirio. Setenta y cinco fueron condenados a la decapitación, sentencia dictada para los dos santos que se conmemoran el 1 de agosto; veintidós fueron asesinados por estrangulamiento; seis fueron quemados vivos; cinco condenados a laceración de los miembros del cuerpo; y nueve murieron en prisión debido a la tortura.
(F.B.) (Agencia Fides 1/8/2024)


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