Juba (Agencia Fides) - Un aniversario entre luces (pocas) y sombras (muchas) es el de la independencia de Sudán del Sur, celebrado el 9 de julio.
Por un lado, existen tímidas esperanzas de alcanzar un acuerdo de paz con los grupos armados que no han adherido a los acuerdos de 2018 que pusieron fin a los combates en varias áreas del país, aunque no en todas. Por otro lado, las condiciones sociales, económicas y humanitarias derivadas de las consecuencias de la guerra civil y el agravamiento de las condiciones climáticas son difíciles.
En Nairobi, desde mayo (véase Fides 28/5/2024) se llevan a cabo los coloquios (denominados Tumaini, “esperanza” en swahili) entre los representantes del gobierno de Juba y los de los grupos que no firmaron el acuerdo de 2018 (conocido como Acuerdo Revitalizado sobre la Resolución del Conflicto en la República de Sudán del Sur, R-ARCSS). El término "revitalizado" se refiere al acuerdo anterior de 2015, que debía actualizarse para tener en cuenta las nuevas demandas presentadas por las partes. Las negociaciones se han estancado porque los grupos de la oposición exigen como condición preliminar la derogación de la ley que permite al servicio de seguridad (NSS, National Security Service) la detención preventiva de una persona sin orden de arresto por parte de un juez. Otro punto en discusión son las elecciones generales que deberían celebrarse el 22 de diciembre. Las elecciones deberían poner fin al período de transición previsto por el acuerdo de 2018, que ha permitido al presidente Salva Kiir permanecer en el poder. Este ha reiterado que las elecciones se celebrarán en esta fecha. Pero en Nairobi se ha propuesto extender el período transitorio y posponer las elecciones para permitir la finalización de la Constitución del país y las leyes electorales.
En el plano económico, la rotura en febrero del oleoducto que permite exportar el petróleo de Sudán del Sur ha privado a Juba de importantes recursos financieros, agravando las ya difíciles condiciones económicas. Las agencias humanitarias internacionales afirman que 9 millones de personas en Sudán del Sur necesitan asistencia humanitaria. Además, las inundaciones que afectan al país corren el riesgo de destruir las ya escasas cosechas previstas.
En este difícil contexto, Eduardo Hiiboro Kussala, obispo de Tombura-Yambio y presidente de la Comisión para el Desarrollo Humano Integral de la Conferencia Episcopal Católica de Sudán (SCBC), ha instado a los fieles a la esperanza y la unidad. “Unámonos en la resiliencia de la fe, manteniendo a Jesucristo, nuestro Salvador y Rey, en el centro de nuestra nueva República”, ha afirmado en su mensaje con motivo del aniversario de la independencia nacional. “Con una determinación inquebrantable y un arduo trabajo, podemos superar las actuales dificultades económicas y abrir el camino hacia un futuro próspero para todos”. En una intervención anterior en la Catholic Radio Network, Mons. Kussala había expresado su deseo de que las elecciones se celebren regularmente en diciembre porque “extender la duración del gobierno provisional significa prolongar los sufrimientos de la población”.
(L.M.) (Agencia Fides 11/7/2024)