Cagayan de Oro (Agencia Fides) - Mañana, 7 de julio, en Cagayan de Oro, se conferirá el más alto reconocimiento de la Conferencia Episcopal de Filipinas, la "Cruz de Oro del Obispo Jorge Barlin", al padre Sebastiano D'Ambra, PIME, misionero italiano y fundador del movimiento de diálogo islamo-cristiano "Silsilah" en el sur de Filipinas. Según una nota de la Conferencia Episcopal, el premio se otorga por el "servicio excepcional y generoso" del sacerdote italiano a la Iglesia, "ejemplificando los ideales" del primer Obispo filipino.
La prestigiosa distinción llega en el año en que se celebra el 40º aniversario del Movimiento de Diálogo "Silsilah", iniciado en 1984. La Iglesia de Filipinas muestra así su aprecio por la labor del misionero, quien ya se había destacado como mediador entre grupos rebeldes del Frente Moro de Liberación Nacional y el ejército de Manila durante el conflicto que ha sacudido el sur de Filipinas durante décadas.
"En 1983 – relata el padre D'Ambra – propuse crear el movimiento Silsilah a un grupo de musulmanes y cristianos, y oficialmente comenzamos el Movimiento de Diálogo Silsilah en 1984, el cual fue rápidamente reconocido por la Conferencia Episcopal. En 1987, se fundó el Movimiento de Diálogo Emmaus, un movimiento laical que incluye laicos consagrados y otros católicos, incluidos sacerdotes, religiosas, seminaristas, esposos y jóvenes", recuerda el misionero.
En 40 años de dedicación, el padre D'Ambra dice haber intentado "implementar el Concilio Vaticano II, siguiendo el camino del diálogo que entonces se consideraba parte de las nuevas vías de la misión". "El Señor me ha dado el valor y la fortaleza para recorrer esos caminos", señala, subrayando las alegrías y dolores de un trayecto marcado por "prejuicios y sospechas, que en parte continúan hasta hoy". Aunque actualmente "hay un mayor interés por esta misión en la Iglesia por parte de todos", destaca.
Entre los momentos dolorosos, el misionero menciona "el asesinato de uno de mis amigos más queridos, el padre Salvatore Carzedda, PIME, quien estaba conmigo en Silsilah. En esa ocasión, los agresores también intentaron matarme a mí. Tenemos otros casos de miembros mártires del Silsilah. El camino hacia la paz pasa por episodios de violencia, pero continuamos con fe y esperanza. Hoy, el recorrido de la Iglesia en estos años, con la conciencia y la atención al espíritu sinodal, nos ayuda y sostiene, aunque es un camino largo".
El movimiento Silsilah, cuenta el padre D'Ambra, "es conocido a nivel nacional e internacional como promotor de programas de solidaridad, formación, atención a los desfavorecidos y protección del medio ambiente, que seguimos como parte de nuestra vocación y misión.
Promovemos la cultura del 'diálogo como camino hacia la paz' partiendo de la espiritualidad de la vida en diálogo. Para nosotros, el diálogo tiene un fundamento espiritual y ahora, a través del recientemente creado Colegio de Teología Emmaus, preparamos a jóvenes cristianos y musulmanes para vivir el espíritu del diálogo". "En el corazón de cada persona siempre hay un rincón de paz. Con este espíritu continúo mi misión", concluye.
(PA) (Agencia Fides 6/07/2024)