ASIA/PAKISTÁN - El carisma de San Ignacio atrae a los jóvenes en Pakistán

sábado, 23 marzo 2024 diálogo   educación   vida consagrada  

Lahore (Agencia Fides) - El carisma de San Ignacio sigue abriéndose camino en Pakistán y atrayendo a los jóvenes que quieren conocer la vida religiosa de los jesuitas. En el tiempo de Cuaresma de 2024, el Padre Robbie D'Lima SJ ha emitido sus primeros votos en Saint Mary's School, en Lahore, instituto elegido como lugar para la ceremonia conmemorativa de la presencia y misión de los jesuitas en Pakistán.
Hace algunos años, siendo ya sacerdote diocesano, D'Lima sintió una fuerte llamada del Señor a ingresar en la Compañía de Jesús. Comenzaba así un nuevo capítulo en su vida. Después de pasar dos años como novicio, primero en el Reino Unido y luego en Pakistán, el Padre D'Lima se convenció de su llamada a la vida consagrada y decidió profesar los votos en la Compañía de Jesús.

En la celebración eucarística han estado presentes la comunidad jesuita, colaboradores y estudiantes de los tres colegios jesuitas, hermanas de congregaciones religiosas femeninas, voluntarios y laicos. La liturgia ha resaltado el profundo significado de los votos de vida consagrada como un "compromiso radical con Dios y con el pueblo de Dios de tres maneras: ser, servir y morir".

Ante todo -ha señalado el P. Juan Carlos Pallardel SJ, peruano, superior local de la comunidad jesuita en Pakistán-, “los votos son el fundamento de un nuevo modo de ser, caracterizado por el deseo de unirse a Dios a través de los Ejercicios Espirituales”. Para simbolizar este compromiso, el P. Robbie ha recibido una copia de las Constituciones de la Compañía de Jesús, expresando su dedicación a vivir como jesuita en Pakistán.

"En segundo lugar, el punto central de los votos es el servicio", ha dicho el celebrante. Para los jesuitas, la llamada a servir implica un proceso consciente de toma de decisiones, en el que hay que elegir entre pobreza y comodidad, humildad y orgullo, misión universal e interés propio. El servicio es el principio fundamental que debe guiar a todos los jesuitas, influyendo en cada uno de sus pensamientos y acciones, con la certeza de servir, en el prójimo, a Jesús pobre y crucificado.

Al igual que los primeros jesuitas que hace más de 450 años fueron enviados al subcontinente indio en respuesta a la petición del emperador mogol Akbar, que quería conocer mejor el cristianismo, el Padre D'Lima y los jesuitas siguen respondiendo a la llamada de servir a Cristo en Pakistán, donde los cristianos representan sólo el 1,3% de los 240 millones de habitantes de la nación. En esta misión, los jesuitas están llamados a servir a los pobres, a los marginados y oprimidos, y a los que sufren condiciones de vida inhumanas.

Al final de la ceremonia, D'Lima ha recibido la cruz del voto, símbolo de la "kenosis", el "morir a uno mismo" para dejar sitio a los demás. La gracia conferida a través de los votos sirve de motivación para afrontar las realidades de la vida en Pakistán en toda su complejidad. Ante estas realidades, se invita a los jesuitas a pensar, comprometerse y buscar constantemente formas de testimoniar el amor de Cristo en esta tierra.

La misión jesuita en Pakistán cuenta con una historia marcada por tres periodos distintos. Los primeros jesuitas llegaron al subcontinente (las naciones modernas de India y Pakistán no existían) en el siglo XVI, durante la dinastía mogol, pero la misión se cerró temporalmente durante el reinado de Shah Jahan. El segundo periodo comenzó en 1888, y vio a los religiosos establecerse en Karachi, Hyderabad y Beluchistán. Luego, en 1961, cuatro jesuitas fundaron una nueva misión en Lahore, iniciando la actual y tercera fase de la presencia jesuita en Pakistán. Los jesuitas empezaron a dedicarse a actividades apostólicas como el diálogo interreligioso, la educación (en colegios y universidades) y la formación. Tras el apoyo de las provincias de Australia y Sri Lanka, comenzaron las primeras vocaciones locales y en 2009 profesó el primer jesuita pakistaní. En Lahore, los jesuitas dirigen dos escuelas secundarias y una guardería, que acogen a alumnos de entornos económicamente desfavorecidos. Destaca el compromiso cultural de "Loyola Hall", un centro de estudios que atrae a eruditos musulmanes para investigaciones y seminarios.

Con el Padre D'Lima, el número de jesuitas en Lahore pasa a ser 4. Además, con el creciente número de vocaciones a la vida religiosa, hay 4 jóvenes candidatos pakistaníes, otros 4 "escolásticos" que estudian en Indonesia, dos jóvenes jesuitas en Sri Lanka y el Padre Imran John (el primer jesuita pakistaní) que actualmente presta sus servicios en Roma.
(PA) (Agencia Fides 23/3/2024)


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