VATICANO - Papa Francisco: Sólo el encuentro real con Jesús libera de la tentación de "hacer de la fe una teoría".

viernes, 15 marzo 2024 papa francisco   evangelización   fe   catecismo   santuarios  

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La fe en Cristo resucitado, para ser transmitida, requiere “una experiencia significativa vivida en la familia y en la comunidad cristiana como un encuentro con Jesucristo que cambia la vida”. Lo ha repetido hoy el Papa Francisco en su discurso a los Superiores, Miembros y Consultores del Dicasterio para la Evangelización - Sección para las Cuestiones Fundamentales - reunidos en el Vaticano para celebrar su asamblea plenaria.
Sin el encuentro “real y existencial” con Jesús, ha añadido el Obispo de Roma, “se estará siempre sujeto a la tentación de hacer de la fe una teoría y no un testimonio de vida”.

En su discurso a los miembros de la Sección para las Cuestiones Fundamentales del Dicasterio para la Evangelización, el Papa Francisco ha iniciado su discurso partiendo de un reconocimiento realista de la “condición en la que se encuentran varias Iglesias locales, donde el secularismo de las últimas décadas ha creado enormes dificultades: desde la pérdida del sentido de pertenencia a la comunidad cristiana, hasta la indiferencia respecto a la fe y sus contenidos”. “Son problemas graves” ha reconocido el Pontífice. Y sin embargo el momento actual es también un “tiempo propicio” para “comprender qué respuesta eficaz estamos llamados a dar a las jóvenes generaciones para que recuperen el sentido de la vida”, en una época marcada por la “nueva cultura digital, que presenta muchos aspectos interesantes para el progreso de la humanidad”, pero que “trae consigo también una visión del hombre que se presenta problemática cuando se refiere a la necesidad de verdad que habita en cada persona, unida a la necesidad de libertad en las relaciones interpersonales y sociales”.

“La gran cuestión que hay que afrontar -ha proseguido el Sucesor de Pedro- es comprender cómo superar la ruptura que se ha producido en la transmisión de la fe”. El Papa Francisco ha agradecido a los participantes en la plenaria su servicio “en el campo de la catequesis”, recordando que “en esta misión, se encomienda un papel específico a los que han recibido y recibirán el ministerio de Catequistas, para ser fortalecidos en su compromiso al servicio de la evangelización”. El Papa también ha alentado a “encontrar los medios para que el Catecismo de la Iglesia Católica siga siendo conocido, estudiado y valorado, de modo que responda a las nuevas necesidades que surgen con el paso de las décadas”.

El Papa Francisco ha recordado también que la espiritualidad de la misericordia es “un contenido fundamental en la obra de evangelización”, rememorando que “la misericordia de Dios nunca falta y nosotros estamos llamados a testimoniarla y a hacerla, por así decirlo, circular por las venas del cuerpo de la Iglesia”. En este horizonte, el Pontífice se ha referido a la “pastoral de los Santuarios”, que “pide estar impregnada de misericordia, para que quienes acuden a esos lugares encuentren allí oasis de paz y serenidad”.

En su discurso, el Papa Francisco también se ha referido a la “preparación del Jubileo Ordinario del próximo año. Será un Jubileo en el que deberá emerger la fuerza de la esperanza”. Dentro de pocas semanas -ha revelado el Pontífice- haré pública la Carta Apostólica para su proclamación oficial: espero que esas páginas puedan ayudar a muchos a reflexionar y, sobre todo, a vivir concretamente la esperanza”. “Esta virtud teologal -ha añadido el Obispo de Roma, recordando una frase del poeta francés Charles Péguy- ha sido poéticamente vista como la 'hermana menor' en medio de las otras dos, la fe y la caridad, pero sin la cual estas dos no avanzan, no se expresan en su plenitud”.

Concluyendo su discurso, el Pontífice ha recordado también que “este año que precede al Jubileo está dedicado a la oración. Necesitamos redescubrir la oración como experiencia de estar en presencia del Señor, de sentirnos comprendidos, acogidos y amados por Él. Como nos ha enseñado Jesús, no se trata de multiplicar nuestras palabras, sino de dar espacio al silencio para escuchar su Palabra y acogerla en nuestras vidas. Comencemos, hermanos y hermanas -ha exhortado el Obispo de Roma-, a rezar más, a rezar mejor, en la escuela de María y de los santos”.
(GV) (Agencia Fides 15/3/2024)


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