Nueva Delhi (Agencia Fides) – El Domingo por la liberación de los dalit, los “intocables”, que toda la Iglesia en la India celebrará el 9 de noviembre bajo el patrocinio de la Conferencia Episcopal Interritual de la India (CBCI), que incluye a los obispos de rito latino, siro-malabar y siro-malankar, “es un momento sagrado de memoria, arrepentimiento y renovación, que nos invita a recordar que Dios es un Padre que ama a todos sus hijos por igual, sin distinción de casta, color o clase. Llamar a Dios ‘Padre’ significa afirmar que todo ser humano es nuestro hermano o hermana, precioso y con la misma dignidad”. Así lo declara a la Agencia Fides el sacerdote capuchino p. Nithiya Sagayam OFM Cap, secretario de la Comisión para las Castas y Tribus Reconocidas del Consejo de Obispos del Tamil Nadu y coordinador nacional del domingo por los dalit.
La Iglesia india ha elegido para la jornada el tema “El Jubileo de la esperanza comienza desde los márgenes”, porque “queremos recordar que Dios siempre inicia su obra de salvación desde las periferias, desde los oprimidos”, explica el sacerdote.
El secretario detalla las razones de la celebración: “El sistema de castas en la India, tan profundamente arraigado en nuestras estructuras sociales, continúa distorsionando nuestras relaciones, nuestro culto y nuestro testimonio cristiano. Divide el Cuerpo de Cristo y silencia el clamor de los pobres. Es una contradicción del Evangelio y una negación de nuestra igualdad como bautizados e hijos de Dios”. Por ello, señala, “los católicos indios, al celebrar el Domingo de la liberación de los dalit, unimos nuestras manos y corazones con todos nuestros hermanos y hermanas dalit, que han recorrido generaciones de dolor, lucha y fe”.
“Su perseverancia –añade- nos recuerda que Dios escucha el clamor de los oprimidos. Cada Eucaristía celebrada en la India, en cada iglesia, quiere reafirmar que la Iglesia es una familia, no una jerarquía de privilegios; es una comunidad de discípulos que caminan juntos en el Espíritu de la verdad y del amor”.
El tema litúrgico, precisa, “es una invitación a la conversión y al coraje: para desmantelar la discriminación, sanar las divisiones y construir una Iglesia que refleje verdaderamente el Reino de Dios, donde ‘ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, sino que todos son uno en Cristo Jesús’ (Gal 3,28)”.
“Si san Pablo estuviera hoy entre nosotros -afirma el fraile capuchino- podría añadir: ‘No hay dalit ni no dalit, porque todos ustedes son uno en Cristo’. Esta es la verdad espiritual que la Iglesia debe vivir. Sin embargo, la Comisión del juez Renganath Misra, en 2007, documentó que los cristianos dalit siguen sufriendo discriminación no solo en la sociedad, sino también dentro de la misma Iglesia”.
El secretario ofrece algunos ejemplos: “Existen episodios de segregación de los dalit en el culto y las liturgias, con asientos separados en algunas iglesias, especialmente en las zonas rurales de Tamil Nadu y Andhra Pradesh. En los cementerios, hay áreas de sepultura separadas para los dalit. A veces, las escuelas y universidades católicas favorecen a estudiantes y personal de castas superiores, mientras que los estudiantes dalit son víctimas de acoso, abandono o exclusión de los roles de liderazgo. También es raro el nombramiento de maestros o administradores dalit”.
Incluso en la vida del clero, observa, “hay muy pocos obispos, provinciales o superiores dalit. Los sacerdotes y religiosos dalit son frecuentemente enviados a parroquias remotas o pobres, y los consejos pastorales o diocesanos rara vez incluyen voces dalit”. Además, “el matrimonio basado en la casta sigue siendo practicado e incluso alentado en algunas familias católicas”, y ocurre que “los fieles católicos de castas superiores pueden negarse a compartir comidas, viviendas o relaciones con los católicos dalit”.
El padre Sagayam recuerda “la llamada profética de la Iglesia: los obispos indios han promovido la emancipación de los dalit, calificando la discriminación de castas como ‘un grave pecado social’, y recuerdan que el 65% de los católicos indios son dalit. Celebrar el Domingo de la Liberación de los dalit sin actuar sería hipocresía. La Iglesia no debe solo predicar la liberación, sino practicarla. Cada parroquia, diócesis y congregación religiosa debe preguntarse: ‘¿Quién está siendo excluido aquí? ¿De quién falta la voz? ¿A quién estamos ignorando en su dolor?’”.
El capuchino concluye citando la exhortación Dilexi Te, en la que el Papa León XIV recuerda que “la fe no puede separarse del amor por los pobres”. Y añade: “Inspirados por el llamado del Papa, decimos con valentía: la fe no puede separarse del amor por los dalit”. Por eso, “el Jubileo de la Esperanza, un tiempo de igualdad y renovación, no comienza en los palacios ni en las catedrales, sino desde los márgenes, entre los cristianos dalit y todos los oprimidos”.
El sistema de castas en la India tuvo su origen como una división del trabajo en la antigua sociedad hindú, y con el tiempo se transformó en una rígida jerarquía social: brámanes (sacerdotes), kshatriyas (guerreros), vaishyas (comerciantes), shudras (sirvientes) y luego los avarna o “fuera de casta”, posteriormente llamados “dalit”.
Actualmente, se estima que entre el 50% y el 75% de los cristianos indios son dalit, aunque esta cifra no está oficialmente reconocida en los registros gubernamentales. Un informe de 2008 de la Comisión Nacional para las Minorías estimaba que los cristianos dalit eran 2,4 millones, pero muchos expertos sostienen que el número real es mucho mayor.
(PA) (Agencia Fides 6/11/2025)