ASIA/FILIPINAS - Concentración, oración y acción en las islas Visayas por la protección del medio ambiente y el cese de las actividades mineras

miércoles, 24 enero 2024 minería   indígenas   oración   cáritas   laudato si  

Samar (Agencia Fides) - La devastación del medio ambiente en la isla filipina de Samar, situada entre las islas Visayas, una de las tres principales agrupaciones insulares de Filipinas, ha generado inquietud entre la población local y ha provocado iniciativas de solidaridad por parte de la comunidad católica.

En Samar, la tercera isla más grande de Filipinas, alrededor de 1.500 fieles se han congregado en los últimos días en una iglesia en la ciudad de Guiuan para llevar a cabo una asamblea especial de oración y reflexión, inspirada en la encíclica "Laudato si'", con el propósito de rezar y concebir acciones públicas para detener la actividad minera que está devastando la isla. En particular, la asamblea solicita el cese de las operaciones mineras en las islas de Homonhon y Manicani, que están siendo explotadas por varias empresas mineras, causando perjuicios a la población local y daños irreparables al paisaje y al medio ambiente.

Durante la misa celebrada con la asamblea reunida, el obispo de Borongan, Crispin Varquez, destacó que, siguiendo la guía de "Laudato si'", "la protección del medio ambiente es una responsabilidad compartida y hacia las generaciones futuras", ya que "el medio ambiente es un tesoro de valor incalculable no solo para nosotros hoy, sino también para los nietos de nuestros hijos. Un medio ambiente sano y agradable tiene más valor que cualquier ganancia temporal", ha afirmado. El Obispo ha citado el párrafo 217 de la encíclica subrayando que la crisis ecológica llama a una profunda conversión interior. Siguiendo el principio "piensa globalmente, actúa localmente", se pueden abordar problemas ambientales como la crisis climática desde el propio lugar. La comunidad diocesana de Borongan está "muy preocupada" por la intensificación de las actividades mineras en la isla de Homonhon, en la ciudad de Guiuan, ha dicho para concluir Varquez.

La iniciativa de los fieles de Samar ha recibido el apoyo de Caritas Filipinas: "Nos solidarizamos con las comunidades afectadas por las operaciones mineras en la isla de Samar", ha declarado el Vicepresidente de Caritas, Gerardo Alminaza. "El impacto devastador sobre el medio ambiente y la vida de la gente nos obliga a actuar con urgencia. Condenamos las prácticas que priorizan el beneficio sobre el bienestar de las personas y los ecosistemas", ha dicho.

Miembros de Homonhon Environmental Advocates and Rights Defenders (HEARD) también han participado en la concentración, agradeciendo el pleno y sostenido apoyo de la Iglesia católica y otras organizaciones no gubernamentales para llamar la atención del gobierno filipino sobre las diversas violaciones cometidas por las empresas mineras. "Nos unimos al llamamiento para detener las operaciones mineras porque la isla tiene mucho que ofrecer en términos de servicios del ecosistema y oportunidades económicas, que deben aprovecharse de forma sostenible", ha afimado la organización.

El Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha firmado acuerdos de extracción y producción minera en las islas Homonhon y Manicani con varias empresas mineras. Las operaciones mineras cotidianas generan contaminación por polvo y ruido debido a la proximidad permanente de las actividades mineras a las comunidades. La actividad ya ha contaminado las fuentes de agua, que ya no son potables debido a la excesiva sedimentación.

La isla de Homonhon, perteneciente al municipio de Guiuan, en la provincia de Samar Oriental, posee ricos yacimientos de recursos minerales como cromo y níquel. Históricamente, fue uno de los primeros lugares de contacto entre europeos y pueblos de Asia Oriental. Se cree que la isla de Homonhon fue el primer puerto de escala de la flota del explorador portugués Fernando de Magallanes, que dirigió una expedición española a las Indias Orientales entre 1519 y 1522.

Una iniciativa similar se está llevando a cabo en la provincia de Negros Occidental, en la isla de Negros, también en las Visayas, donde los católicos locales luchan por detener un proyecto minero multimillonario, que aún no ha comenzado. La comunidad diocesana de San Carlos ha expresado su profundo recelo ante el proyecto de extracción de cobre y otros minerales en el territorio de la localidad de Sagay, ya que "no aborda cuestiones vitales, en particular el impacto sobre el suelo, el aire, el agua y el bienestar general de la comunidad", afirma la diócesis en una nota. La proximidad de los yacimientos a los ríos Tan-ao e Himogaan es motivo de gran preocupación, ya que estas vías fluviales son vitales para la pesca, la horticultura, el riego de campos y la piscicultura. También desembocan en la Reserva Marina de Sagay, lo que agrava los problemas ecológicos. Por ello, la diócesis pide "un examen exhaustivo del impacto del proyecto minero en los recursos naturales de la comunidad".
(PA) (Agencia Fides 24/1/2024)


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