Jartum (Agencia Fides) - La situación es dramática en el oeste de Darfur, la región occidental de Sudán, que junto con la capital, Jartum (véase Fides 13/672023), es el epicentro de los combates entre soldados del ejército regular sudanés y milicianos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Los combates más intensos se concentran en El Geneina, capital de Darfur Occidental, desde el 15 de abril, fecha en que estallaron las hostilidades, asediada por las RSF, que la someten a continuos bombardeos.
El conflicto entre las dos formaciones militares ha adquirido, al menos en esta zona del país, una dimensión étnica, con enfrentamientos entre las tribus masalit y árabes (que forman la mayor parte de las filas de las RSF). Los combates intertribales han causado numerosas muertes de civiles y una gran destrucción de infraestructuras y edificios. Según algunos testimonios de la ciudad, los milicianos de las RSF han efectuado una operación de limpieza étnica, dirigida contra las poblaciones no árabes.
Una situación denunciada por el enviado de la ONU para Sudán, Volker Perthes. "A medida que la situación en Darfur sigue deteriorándose, me preocupa especialmente la situación en El-Geneina (Darfur Occidental), donde la violencia ha adquirido dimensiones étnicas", ha declarado en una nota. "Los ataques masivos contra civiles, basados en su origen étnico, presuntamente cometidos por milicias árabes y hombres armados vestidos con uniformes de las RSF son profundamente inquietantes y, de ser ciertos, podrían constituir crímenes contra la humanidad", ha advertido.
Otra zona afectada por los combates es Kordofán del Norte, cuya capital, El Obeid, está atrapada entre los dos contendientes. Hoy, 14 de junio, la Fuerza Aérea sudanesa ha atacado varias posiciones de las RSF en la periferia occidental de la ciudad.
Al comienzo de las hostilidades, la catedral de la ciudad fue alcanzada por misiles (véase Fides 2/5/2023). El obispo de El Obeid, Mons. Yunan Tombe Trille Kuku Andali, ha declarado a OSV News que tiene la intención de permanecer con los fieles locales "mientras sea posible. Celebramos algunos servicios los domingos y, cuando es necesario, en otras ocasiones". En palabras del obispo, la situación es dramática: "La ciudad está rodeada. La gente no tiene agua, electricidad ni conexión a Internet. Estos días llueve y conseguimos recoger algo de agua. "Seguimos rezando y esperando una señal de paz con la esperanza de que nuestros líderes puedan iniciar un diálogo serio”.
(L.M.) (Agencia Fides 14/6/2023)