ÁFRICA/NIGER - El Viacrucis en Níger siempre con la esperanza de la resurrección: la esperanza del misionero

martes, 4 abril 2023

RC

Dosso (Agencia Fides) - En vista de las 14 estaciones tradicionales del Vía Crucis durante el tiempo de Pascua, el Padre Rafael Casamayor ha compartido el "Vía Crucis" que cada viernes simbólicamente celebra la comunidad de Dosso donde se encuentra trabajando. El sacerdote, de la Sociedad para las Misiones Africanas, ha compartido su testimonio tras la celebración del Domingo de Ramos, 2 de abril, que nos adentra de lleno en la Semana Santa. "Lo que vivimos en Níger, en nuestra comunidad cristiana de Dosso, es un Vía Crucis proyectado hacia la esperanza de la resurrección, la esperanza del misionero", escribe el padre Rafael.
Los obstáculos y trabas que dificultan el trabajo de los sacerdotes presentes son una prueba de la importancia de la formación de los laicos. El misionero ha puesto como ejemplos el secuestro sufrido durante dos años por el padre Pier Luigi Maccalli o los daños sufridos por el padre Nicaise. La conciencia de que la sociedad nigerina, 98% musulmana, se está radicalizando tras la quema de las iglesias en 2015, y la propaganda yihadista que siguió y que muestra cada vez más una actitud de cierta hostilidad e indiferencia, incomprensible hace unos años, son elementos que desgraciadamente se han consolidado. "En todo el Sahel ha emergido la violencia yihadista y terrorista, y con ella un nuevo clima social. En Níger hay más de 350.000 desplazados, en su mayoría cristianos, y muchos otros emigrantes de países vecinos que han tenido que abandonar sus tierras, hogares y pueblos para refugiarse en lugares protegidos. Las comunidades y organizaciones cristianas están haciendo un gran esfuerzo para ayudarles".
"Mi hermano de comunidad el padre Pier Luigi, con quien trabajé en varios proyectos y que estuvo secuestrado en el desierto durante dos años, me dijo que en aquellos meses terribles había descubierto un aspecto desconocido de Dios, su ternura en medio del dolor y la soledad. Y es verdad que, en estos momentos de inseguridad e incertidumbre, una palabra de consuelo, un gesto de solidaridad son agua fresca para el espíritu y el alma - subraya el padre Rafael -. La mayoría de los miembros de la comunidad de Dosso son emigrantes, hijos de un hebreo errante. Un nigerino medio tiene siete hijos. Se encuentran por toda la ciudad y yo me he centrado en los ciegos y los niños de la calle, algunos permanecen escondidos, otros salen por la noche", explica el misionero en referencia a los proyectos que dirige en la misión.
"Las comunidades de Makalondi, Bomoanga, Kankani... son las más precarias, pero también las más vivas, las que mejor se están organizando, y suscitan nuestra total admiración y solidaridad”.
"Por fin el miedo ha desaparecido de mi corazón. El miedo a salir, a ser visto, a que la gente sepa que soy cristiano, a llevar la cruz, todo se ha desvanecido y me siento agradecido por la fe que Dios me ha dado. Sin darme cuenta, he aprendido a recorrer ese camino que he ido descubriendo a lo largo de los años y de las personas que he conocido, a pesar de todas las reticencias y dudas, e incluso puedo comprender su magnitud. Con el paso de los días, viviendo entre gentes de culturas antiguas, he descubierto una nueva tierra, nuevas gentes, y allí he plantado mi tienda, la que ahora es mi nueva patria".
(RC) (Agencia Fides 4/4/2023)


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