ASIA/VIETNAM - Apostolado y servicio pastoral en las mesetas de Vietnam central: “Ser y hacer comunidad”

martes, 28 marzo 2023 minorías religiosas   evangelización   pastoral   comunidades religiosas  

Usaid

Ban Me Thuot (Agencia Fides) - La misión evangelizadora y el servicio pastoral no son fáciles en las regiones montañosas de las mesetas centrales de Vietnam, donde se necesita un trabajo paciente para entretejer diferentes realidades y grupos indígenas, para "ser y hacer comunidad", para poder caminar realmente juntos. En esa zona del centro de Vietnam, un territorio que comprende cinco provincias (Lam Dong, Kon Tum, Ban Me Thuot, Dak Nong y Gia Lai), viven varios grupos étnicos minoritarios, en su mayoría inmersos aún en situaciones de pobreza, falta de educación y desarrollo. Un total de 5,8 millones de personas, el 6,1% de la población vietnamita, habitan la región, y entre ellas hay cerca de 1,1 millones de católicos.
Aunque la Buena Nueva se difundió en esta zona hace más de un siglo, resulta difícil reunir a miembros de tribus de diversas culturas y lenguas. Sacerdotes, catequistas y agentes de pastoral se esfuerzan por conocer a fondo las antiguas tradiciones, costumbres y culturas indígenas, con la idea de estar presentes y acompañar la vida de cada comunidad de la región, apoyándolas en sus necesidades cotidianas y fortaleciendo su fe, para vivir en solidaridad, amor y comunión.
Monseñor Vincent Nguyen Van Ban, que ha sido obispo de la diócesis de Ban Me Thuot y actualmente sigue siendo su Administrador Apostólico, estudió durante su ministerio pastoral la lengua étnica local "Ede", una de las tres lenguas indígenas de esta región. "Para integrarse mejor en la vida del pueblo, hay que aprender su lengua materna, para comunicarse, entenderse y establecer lazos de amistad y comunión", señala.
Posteriormente, ha podido ofrecer enseñanzas de fe en las tres principales lenguas locales (ede, m'nong y s'tieng) a los seminaristas de la diócesis, durante sus estudios en el seminario. Esto, según él, ha tenido un efecto positivo en la evangelización y ha ayudado mucho a los seminaristas y religiosos a acompañar a los indígenas en su camino espiritual.
Hoy, muchos sacerdotes jóvenes de la diócesis de Ban Me Thuot pueden acercarse fácilmente a la población local para la catequesis, la liturgia y la caridad. Desde que se ocupa del pueblo de Dios en la diócesis del altiplano de Ban Me Thuot, el obispo Vincent Nguyen Van Ban siempre ha sido consciente de la necesidad de ser un pastor cercano a todos los bautizados, lo que exige tender puentes entre las distintas comunidades, para que estén unidas y se apoyen mutuamente. Sin embargo, debido a las diferencias étnicas, lingüísticas y culturales, económicas y de estatus social, unir a las comunidades dentro del Pueblo de Dios, un contexto tan diverso y plural, no es tarea fácil, por lo que el trabajo pastoral se ha centrado en este aspecto, en el espíritu de la sinodalidad.
Una de las vías elegidas en la comunidad diocesana de Ban Me Thuot es promover la solidaridad. Las familias que atraviesan dificultades o que luchan por el sustento diario pueden acercarse y compartir una comida después de la misa dominical o de otras liturgias en las parroquias, donde los sacerdotes y religiosos organizan momentos de convivencia para ayudar a los fieles de distintas etnias a conocerse, permanecer juntos y compartir sus vidas, con el fin de reforzar la solidaridad y el amor en la comunidad. Muchos feligreses indígenas recorren a pie una distancia de más de 50 km para llegar a la iglesia parroquial los domingos, recorriendo caminos sinuosos e intransitables. Para ellos, encontrar acogida y un refrigerio después de la misa es un momento importante para "hacer y sentirse comunidad".
La labor de evangelización en estas tierras requiere perseverancia y sensibilidad, así como espíritu de fraternidad y amistad, en el pleno respeto de las culturas de las poblaciones locales. Para expresar concretamente esta cercanía, en muchas parroquias y casas de órdenes religiosas de la diócesis de Ban Me Thuot se han creado residencias para jóvenes de diversas etnias, donde pueden estudiar y residir para asistir más cómodamente a las escuelas públicas, incluso a días de camino de sus pueblos de origen. Han surgido muchas vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa entre estos chicos y jóvenes, que son acogidos gratuitamente. Entre ellos está la hermana Teresa H'Mit Kha, una de las religiosas (de lengua y cultura Ede) de la Orden de la Reina de la Paz; también hay dos jóvenes sacerdotes de las etnias Xo Dang y M'Nong en la diócesis de Ban Me Thuot.
En otra zona remota, perteneciente a la diócesis de Da Lat, próxima a la de Buon Me Thuoc, es muy apreciada la experiencia de un sacerdote que lleva a cabo la misión en la parroquia de San Pablo, que acoge a 465 familias de distintas minorías étnicas. El padre Anthony Vu Thanh Hoa pasa mucho tiempo con los lugareños, ocupándose de su vida espiritual y organizando la ayuda material en las distintas aldeas. Se interesa por encontrar escuelas o trabajos para los jóvenes, cuida de los ancianos, ayuda a las viudas, anima a los niños a ir a la escuela u organiza a trabajadores para reparar las casas dañadas de las familias pobres.
En las aldeas donde el terreno es rocoso, ha hecho construir pozos profundos, con maquinaria capaz de perforar el suelo, para conseguir agua dulce, obtener agua limpia para las necesidades prácticas de la gente y para la agricultura. "En la vida
- dice el sacerdote- el único principio por el que hay que regirse es 'Dios es amor': esto me impulsa a convertirme y vivir como un instrumento para difundir el amor de Dios a la gente en cada rincón de la tierra, en cada momento del día y del año".
(PA-AD) (Agencia Fides 28/3/2023)


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