Brasilia (Agencia Fides) – “Celebramos estos dos años con gratitud a Dios, con la alegría de haber visto que todas las familias que estaban en la Casa Bom Samaritano se marcharon con la tranquilidad de tener por lo menos una persona del grupo familiar con trabajo, además de otros apoyos materiales, y también con toda su situación regular, tanto en lo que se refiere a documentos como al acceso a ayudas sociales”. Con estas palabras la hermana Rosita Milesi, directora del Instituto para las Migraciones y los Derechos Humanos (IMDH), que también trabaja en diversas áreas y servicios en la Casa Bom Samaritano de Brasilia, subraya los dos años de actividad del Centro, inaugurado en febrero de 2021 (véase Fides 9/6/2021; 22/10/2022).
El centro acoge a grupos de familias, donde padres e hijos participan en un programa especial orientado al desarrollo humano integral. Todos los miembros de la familia reciben atención en diversos aspectos: formación, cuidado integral de los hijos, formación para el trabajo, seguimiento en caso de enfermedad o necesidades de atención médica, momentos de oración diaria, atención psicológica y orientación jurídica. Además, se ofrece trabajo integral y organizado con metodología de co-gestión.
La casa cuenta con 94 camas, pero éstas no se corresponden con el número de personas alojadas, ya que a cada familia se le asigna una habitación, independientemente del número de personas que la integren. Esta metodología de una familia en cada habitación es muy importante para respetar la individualidad y privacidad que el grupo familiar necesita y merece. En estos dos años, la Casa ha acogido a algo más de 200 familias.
Los inmigrantes y refugiados acogidos aquí proceden de los estados de Amazonas y Roraima. El centro no es un albergue abierto a la población en general, sino un proyecto específico, con programación y metodología adecuadas, para que puedan integrarse en el mercado laboral y convertirse en ciudadanos autónomos.
“En estos dos años de servicio a nuestros hermanos y hermanas migrantes, varias personas han sido atendidas a través de la Casa del Bom Samaritano, entre ellas muchos niños”, ha destacado el padre Patriky Samuel Batista, secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB), que ha presidido la misa de acción de gracias, “la presencia de la CNBB como colaboradora se concretiza también a través de la asistencia religiosa, tanto en la celebración de la Santa Misa como en la escucha de las historias de cada uno de ellos”.
(SL) (Agencia Fides 3/3/2023)