ASIA - El camino de las Iglesias de Laos y Camboya: anunciar el Reino de Dios a los pobres

viernes, 17 febrero 2023 evangelización   iglesias locales   jóvenes   sínodo de los obispos  

Phnom Pen (Agencia Fides) – “Nuestras Iglesias, que son extremadamente pequeñas (0,1% de la población en Camboya, - 0,5% en Laos), viven en condiciones similares a las de los Hechos de los Apóstoles, con cristianos de primera o segunda generación (en Camboya en particular) o en contextos políticos y sociales más bien opresivos (en Laos en especial) y son un signo del Reino proclamado por Jesús: la Buena Noticia se anuncia a los pobres. El anuncio del Reino es nuestra prioridad para abrir caminos de esperanza a aquellos que nuestras sociedades dejan en la cuneta”, escriben los obispos de la Conferencia Episcopal de Laos y Camboya (CELAC), reunidos estos días en Phnom Penh para su asamblea anual y para dar su contribución al Sínodo sobre la sinodalidad.
Las Iglesias de Laos y Camboya hacen una mención importante a la presencia y formación de un clero local, ya que hay una decena de sacerdotes locales en Camboya y una veintena en Laos: "Las familias tienen cada vez menos hijos, de los 6-7 hijos de antes a 1 ó 2 hijos e hijas ahora, y sucede que muchos bautizados se casan con no cristianos. ¿Cómo podemos cultivar las vocaciones al sacerdocio local para servir a nuestras comunidades?", se preguntan los pastores, señalando que su atención y su corazón están puestos en la formación y el cuidado de los seminaristas, un don que puede asegurar poco a poco el futuro de las Iglesias locales.
Un punto central, se señala a continuación, es la participación de los laicos: "la labor de formación de los mismos debe ser nuestra prioridad". En este contexto, las Iglesias locales se enfrentan a dificultades lingüísticas. De hecho, en Camboya, el 90% del personal dedicado a la pastoral es extranjero, mientras que en Laos, el número de laosianos dedicados a la pastoral es muy reducido. No tenemos capacidad para traducir textos al jemer o al laosiano, y nuestros laicos no dominan las lenguas extranjeras", señalan.
Las comunidades de Laos y Camboya se cuestionan sobre el hecho de que la Iglesia esté llamada a construir un mundo nuevo, a ser "una voz profética", mientras que "las redes modelan nuestra conciencia con algoritmos y nos guían inconscientemente durante todo el día; teorías como las del género y la forma del Metaverso modelan inconscientemente la vida de las jóvenes generaciones". En este marco, un punto clave que los obispos identifican, en relación con la condición y la vida de sus comunidades, es la presencia de los jóvenes: los jóvenes representan más del 50% de la población en Laos y Camboya. "Estos jóvenes crecieron en el campo, pero en pocas horas llegan a nuestras capitales", encontrándose catapultados a una cultura "posmoderna y ultra desarrollada", entrando en contacto con el mundo del Metaverso, de las redes sociales, realidades que influyen fuertemente en su desarrollo humano, cultural y espiritual. La realidad virtual a menudo les atrae y absorbe más que el mundo real, más que la relación interpersonal directa en la comunidad.
Además expresan el deseo de acompañar a los jóvenes a “desarrollar su potencial, en su camino hacia la santidad. En nuestras sociedades asiáticas muy jerarquizadas - señalan los obispos - los jóvenes se ven a menudo marginados cuando deberían ser actores importantes en la vida de las Iglesias”, afirman. Y dado que los jóvenes asiáticos están a la vanguardia en el uso de las redes sociales y los nuevos medios de comunicación social, señalan la necesidad de que “el anuncio del Evangelio en las nuevas culturas y en el mundo virtual sea un tema abordado en el Sínodo”.
Deteniéndose también en la cuestión de la relación con el contexto de las tradiciones espirituales asiáticas, especialmente el budismo, muy extendido localmente, los pastores de Laos y Camboya señalan que “las enseñanzas espirituales y las prácticas meditativas pueden ayudarnos a volver a centrarnos mejor en lo esencial: nuestra unión con el Dios hecho hombre en Jesucristo”, para vivir así plenamente “una relación personal con Dios”, punto de partida de toda experiencia de misión.
(PA) (Agencia Fides 17/2/2023)


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