Addis Abeba (Agencia Fides) - Mientras el gobierno de Addis Abeba anuncia la victoria contra las fuerzas rebeldes del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), crece la preocupación de los organismos humanitarios por el millón de personas desplazadas en Tigray, de las cuales más de 45.000 son huyeron al vecino Sudán (ver 3/12/2020).
Durante semanas, los camiones cargados con ayuda han sido bloqueados en las fronteras de Tigray, donde cada vez se pasaba más hambre y los hospitales se quedaban sin suministros de materiales básicos como guantes y bolsas para cadáveres. Entre las agencias humanitarias en primera línea de ayuda se encuentra Catholic Relief Services, el brazo caritativo de la Conferencia de Episcopal de Estados Unidos.
“El Catholic Relief Services y sus socios compraron alimentos y suministros de ayuda y los transportaron a almacenes cerca de la frontera con Tigray”, explica John Shumlansky, representante de CRS en Etiopía. “A medida que se vaya abriendo el acceso en Tigray, se distribuirán de forma segura alimentos y otros bienes de primera necesidad a los grupos de personas desplazadas por el conflicto”, asegura Shumlansky.
Los líderes de la Iglesia Católica han lanzado repetidos llamamientos por la paz en el país. Además de los obispos de Etiopía (ver Fides 6/11/2020) y la vecina Eritrea (ver Fides 24/11/2020), y los fuertes llamamientos por la paz del Papa Francisco (ver Fides 9/11/2020 y 1/12/2020), monseñor Paul Swarbrick, obispo de Lancaster, responsable de África de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, también se ha sumado a esta petición de oraciones por las personas afectadas por el conflicto en el país de África Oriental. “El Adviento es un tiempo de esperanza, una necesidad preciosa en nuestra vida como individuos y como sociedad. Los trágicos acontecimientos que tienen lugar en Tigray y el Cuerno de África parecen desafiar cualquier esperanza de una solución rápida y pacífica. Nuestras oraciones y nuestro corazón están con todas las víctimas de este conflicto”, aseguró el obispo Swarbrick. “Debemos esperar que llegue una solución pacífica. Ofrecemos nuestras oraciones por todas las víctimas, por aquellos directamente involucrados en la violencia, por los muertos, los heridos, las personas desplazadas y separadas de sus seres queridos y por todos los afectados”.
“Rezamos por la Iglesia local y por todos aquellos que brindan apoyo humanitario. Oramos por los soldados, por los que disparan y por los que lanzan bombas. Oramos por los líderes políticos y por todos aquellos que se sienten tentados a buscar venganza. Señor, en estos días de Adviento, anímanos con el precioso don de la esperanza que solo en Ti se encuentra”, concluye el obispo de Lancaster.
(L.M.) (Agencia Fides 4/12/2020)