El Cairo (Agencia Fides) - El fenómeno histórico del islam político, que pretendía ser una declaración de la propia pertenencia al islam con el fin de despertar la fe islámica en el corazón de las personas, adhiriéndose a los valores islámicos y a las más nobles morales, “resultó ser un verdadero desastre”, convirtiéndose en “una pesadilla que perturba no solo a la Umma islámica, sino al mundo entero”. Es el claro diagnóstico del Jeque Shawki Ibrahim Abdel-Karim Allam, actual Gran Mufti de la República Árabe de Egipto. Así se expresó el viernes 27 de septiembre, durante su entrevista semanal transmitida por el canal satélite Sada Elbalad en el programa que conduce el periodista Hamdi Rizk. El islam político, según Sheikh Shawki Allam, representa una instrumentalización política de la fe islámica, para obtener un cierto poder, y es un fenómeno que a menudo ha surgido en diversas formas en la historia histórica del islam. El blanco declarado de las críticas del Gran Mufti es el movimiento de los Hermanos Musulmanes, una corriente de despertar islámico que surgió en el siglo XX a partir de la predicación de Hasan al Banna (1906-1949). El Gran Mufti, en su discurso televisado, también describió la ascendencia histórica de los Hermanos Musulmanes. Entrando en el terreno de las controversias teológicas islámicas, el jeque Shawki Allam rastreó los errores ideológicos atribuidos a las manifestaciones actuales del islam político hasta Kharigiti, seguidores de la secta islámica (considerada herética por otras ramas del Islam) nacida en 657 d.C. a partir de la disensión que estalló entre los seguidores del cuarto califa Alī ibn Abī Ṭālib (primo y yerno de Mahoma) sobre la legitimidad de resolver la cuestión de la sucesión al califato mediante un arbitraje.
Según el Mufti de la República Árabe de Egipto, los movimientos del islam político han fracasado, no por circunstancias históricas adversas o por la represión sufrida por los poderes establecidos, sino “por su mala doctrina y metodología” como proyecto religioso, moral y ético fundado “sobre bases inconsistentes, ideas equivocadas y percepciones falsas”. Para el Gran Mufti, los objetivos de la sharía solo pueden perseguirse a través de las instituciones legítimas del estado y no pueden garantizarse mediante movimientos que se opongan a las autoridades civiles legítimas.
En julio, según informó la Agencia Fides (ver Fides 18/7/2020), el Gran Mufti egipcio Shawki Allam reconoció que la jurisprudencia islámica no contiene ninguna objeción legal a la posibilidad de construir iglesias con dinero perteneciente a musulmanes.
La oficina del Gran Mufti de Egipto está subordinada al Ministerio de Justicia. El titular de esta oficina preside la Casa de Fatwa (Dar al Ifta al Misryah), un comité asesor legal sobre asuntos legales islámicos.
(GV) Agencia Fides 28/11/2020)