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Kara (Agencia Fides) - "No hay actividad misionera sin sacrificio y sin el don último de sí mismo. Un misionero que no hace un don gratuito de su vida para la causa fundamental del Evangelio no puede ser considerado como tal. El padre Luigi Maccalli, de la Sociedad de Misiones Africanas, secuestrado en Níger el 17 de septiembre de 2018, y muchos otros misioneros en el mundo, son el principio mismo de la actividad misionera". Así es como el padre Donald Zagore, hermano del padre Maccalli, ve y vive el espíritu misionero, recordando el secuestro del padre Maccalli, quien lleva un año en manos de sus captores.
"Cuando un misionero ofrece su vida y hasta muere para hacer triunfar las buenas nuevas del Evangelio, se convierte en un héroe de fe y misión. El padre Luigi Maccalli es un héroe de la misión", añade el padre Zagore.
"Las experiencias fuertes y difíciles como la que está viviendo Gigi, lejos de crear miedo y duda, debe abrir el espíritu de las nuevas generaciones a la verdad fundamental del compromiso misionero. Hoy -explica el misionero togolés-, la dinámica del sacrificio que alimenta fundamentalmente la actividad misionera es cada vez más relegada a un segundo plano. Muchos son misioneros sólo de nombre, mientras que en el concreto de la vida diaria permanecen confinados a su comodidad. No abrazamos la vida misionera para buscar honores, poder, gloria. La vida misionera significa dar testimonio del Evangelio y sobre todo de Cristo que murió y resucitó para la salvación de todos, incluso a riesgo de sus vidas. El sacrificio que ofrece el padre Maccalli es digno de un auténtico misionero. Nuestro compromiso es seguir rezando para que su fe se convierta en instrumento de conversión y arrepentimiento de sus secuestradores. Dios también escribe derecho sobre renglones torcidos", concluye.
(DZ/AP) (20/9/2019 Agencia Fides).