ASIA/PAKISTAN - La Comisión “Justicia y Paz”: detened al verdugo, que Pakistán no camine hacia atrás

miércoles, 17 septiembre 2014

Lahore (Agencia Fides) – “Es urgente detener al verdugo y no hacer que Pakistán camine hacia atrás en el tiempo. Decimos 'no' a la ejecución del musulmán Shoaib Sarwar, que sería el primer civil ejecutado en seis años, y pedimos al gobierno que emprenda un camino hacia la abolición de la pena de muerte”: es el llamamiento confiado a la Agencia Fides por Cecil Shane Chaudhry, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional “Justicia y Paz” (NCJP) de los Obispos Católicos de Pakistán. Según lo anunciado por las autoridades paquistaníes, la ejecución del hombre - un preso condenado a muerte en 1998 por cargos de asesinato - está prevista para mañana, 18 de septiembre en la cárcel de Rawalpindi. En el país, varias asociaciones de la sociedad civil como la “Human Rights Commission of Pakistan” e también organizaciones no gubernamentales como Amnistía Internacional, han alzado la voz para pedir al gobierno que detenga al verdugo, confirmando oficialmente una moratoria sobre la pena de muerte, como paso hacia la abolición .
La condena a Sarwar ha sido confirmada después de dos apelaciones rechazadas en 2003 y 2006 por el Tribunal Superior de Lahore y por el Tribunal Supremo. El hombre está en el corredor de la muerte. Si es ejecutado, sería la primera víctima civil desde 2008 (en 2012 fue ejecutado un soldado). Cecil Shane Chaudhry remarca a Fides: “Como cristianos pedimos la abolición de la pena de muerte, que no es una herramienta útil para disuadir o prevenir el delito. Es un instrumento que afecta a la dignidad del hombre. En Pakistán, muchos inocentes están en prisión y podrían morir por errores de la justicia”.
Según Chaudhry, “el gobierno de Nawaz Sharif podría de alguna manera ser empujado a restaurar la pena capital bajo la presión de los grupos extremistas”, pero la sociedad civil está en contra. El 26 de septiembre, se llevará a cabo en Lahore una convención organizada por la “Human Rights Commission of Pakistan” para coordinar todo el movimiento que se opone a la pena de muerte, en la que participa la NCJP.
Según Amnistía Internacional, “la suspensión de las ejecuciones en vigor en Pakistán en los últimos años es una de las pocas áreas de los derechos humanos en Pakistán, que registra un récord positivo. La reanudación de las ejecuciones sería una regresión grave”. En Pakistán, más de 8.000 presos están en el corredor de la muerte y la mayoría han agotado el proceso de apelación y están en espera de ejecución. (PA) (Agencia Fides 17/9/2014)


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