Sahiwal (Agencia Fides) - En una decisión polémica, el tribunal antiterrorismo de Sahiwal ha condenado a muerte al joven cristiano Ehsan Shan por presuntamente difundir un mensaje blasfemo en las redes sociales, identificando este hecho como la causa de las violentas confrontaciones en Jaranwala el 16 de agosto de 2023. La sentencia, emitida el 1 de julio, establece que el condenado deberá cumplir primero una pena de 22 años de prisión y pagar una multa de un millón de rupias.
Shan ha sido acusado de compartir en TikTok contenidos blasfemos, que se consideran la chispa que desató la violencia en Jaranwala en agosto de 2023. En respuesta a las acusaciones de profanación del Corán, una multitud de extremistas destruyó e incendió decenas de viviendas cristianas y alrededor de 26 iglesias en el distrito cristiano de la ciudad del Punjab. Basada en informes de inteligencia, la policía detuvo a varias personas acusadas de blasfemia tres días después de los disturbios. Según las autoridades, el joven no creó ni produjo el contenido blasfemo, sino que lo compartió, contribuyendo a que se volviera viral.
Miembros de la comunidad cristiana local han calificado al joven como "un chivo expiatorio", mientras que los responsables de los ataques y los incendios a iglesias y hogares cristianos permanecen sin castigo. En febrero pasado, la Corte Suprema de Pakistán desestimó el informe del fiscal sobre los disturbios en Jaranwala, describiéndolo como "seriamente deficiente" y carente de información relevante y detalles sobre las detenciones. En una audiencia ante la Corte Suprema, un funcionario judicial del Punjab señaló que, tras 304 arrestos, solo se habían registrado 22 denuncias y se habían formalizado 18 acusaciones. La Corte ordenó entonces la elaboración de un nuevo informe.
"Se ha producido una grave injusticia. La condena contra Ehsan Shan simboliza la muerte virtual de todos los cristianos en Pakistán hoy en día. Por la violencia y destrucción ocurridas en Jaranwala, solo se ha señalado a un culpable, que es un cristiano", afirma la ONG "Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement" (CLAAS).
El caso reaviva el debate sobre la ley de blasfemia y sus implicaciones, destacando la urgente necesidad de reformas legislativas. La ley a menudo se utiliza de manera indebida para saldar cuentas personales. Hay numerosos casos en los que individuos cristianos, hindúes, musulmanes y ahmadíes son falsamente acusados y encarcelados, mientras que simples acusaciones pueden llevar a violencia masiva y ejecuciones extrajudiciales.
Un caso reciente es el linchamiento en masa en Sargodha (véase Fides 27/5/2024), donde los acusados fueron liberados bajo fianza. Recientemente, una multitud violenta linchó a un musulmán, un turista, acusado de presunta blasfemia contra el Corán en la localidad de Madyan, en el distrito de Swat, en la provincia pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa (véase Fides 21/6/2024).
Tales incidentes, según el abogado católico Khalil Tahir Sandhu, senador y ministro de Derechos Humanos en Punjab, "subrayan la creciente tendencia hacia la violencia de las multitudes en Pakistán, que aumenta el sentido de inseguridad en la sociedad". El abuso de las leyes de blasfemia y la falta de acción judicial, señala, "no solo socavan el tejido nacional de Pakistán, sino que tienen repercusiones significativas a nivel internacional".
Recientemente, la Asamblea Nacional y el Senado de Pakistán (y, con una moción propia, también la Asamblea Regional del Punjab) han aprobado por unanimidad resoluciones que exigen poner fin al uso indebido de la ley de blasfemia y al linchamiento en masa, con el objetivo de proteger a los inocentes, especialmente a las minorías religiosas.
(PA) (Agencia Fides 2/7/2024)