ASIA/PAKISTAN - Queda sin castigo la “quema del blasfemo”: no a la justicia sumaria

lunes, 16 julio 2012

Lahore (Agencia Fides) – Todavía no se han detenido a los culpables que quemaron vivo a un hombre musulmán, Ghulam Abbas, probablemente con deficiencia mental, sólo porque fue acusado de blasfemia en Chani Ghot, en la diócesis de Multan, al sur de Punjab (véase Fides 5/7/2012). Una multitud de más de un millar de islamitas irrumpieron en la comisaría local de policía, hiriendo a algunos agentes, tomaron al hombre y lo llevaron a la calle, cubierto con gasolina y quemado vivo. Como se ha informado a la Agencia Fides, la sociedad civil y los líderes cristianos se sienten decepcionados y preocupados de que, a pesar de la investigación ordenada por el Presidente de Pakistán Ali Zardari y una denuncia registrada por la policía, a diez días de distancia del acto horrible, no ha sido identificado y detenido ningún culpable. Esta actitud, señalan fuentes de Fides, amenaza con “apoyar la justicia sumaria”, y una sensación de “impunidad” para quienes “se toman la justicia por la mano”.
Los líderes de la sociedad civil han denunciado el silencio del gobierno provincial de Punjab y la falta de acción por la policía hacia los autores. Según el cristiano Sarfraz Clement, coordinador de la Ong “Action Against Poverty” (AAP) “es sorprendente que la policía no haya arrestado a una sola persona”. El pastor cristiano protestante Mustaq Gill, presidente de la LEAD (“Legal Evangelical Association”), dice a Fides: “En este delito están involucradas algunas influyentes organizaciones islámicas radicales y por lo tanto, es muy difícil que las autoridades puedan actuar contra ellas. Además, el acto fue cometido por una multitud furiosa, y es difícil identificar a un sólo culpable. En otros casos, la violencia masiva como ésta han quedado impune”.
Como señalan fuentes de Fides, en Pakistán se suceden tentativos de linchar a los acusados ​​de blasfemia. Recientemente, en Faisalabad (en el Punjab), la policía ha rescatado a un hombre, acusado de blasfemia que estaba siendo golpeado por una turba instigada por la organización radical “Dawat-e-Islami Tehreek”. El mes pasado en Quetta (Baluchistán), una multitud de musulmanes irrumpieron en una comisaría de policía para tratar de lapidar a un hombre acusado de blasfemia. La policía respondió con gases lacrimógenos y armas de fuego para restablecer el orden, en los disturbios murieron dos niños. En Karachi (Sindh), un hombre musulmán, acusado de blasfemia en la cárcel debido a las drogas, en repetidas ocasiones ha corría el riesgo de ser asesinado por otros reclusos musulmanes. La policía lo ha puesto en una celda separada para protegerle.(PA) (Agencia Fides 16/7/2012)


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