ASIA/FILIPINAS - Monjas “comunistas y rebeldes”: acusación del ejercito a las religiosas que trabajan en Mindanao

martes, 15 mayo 2012

Davao (Agencia Fides) – Dos religiosas Filipinas, comprometidas con la paz, la defensa de los pueblos indígenas y el patrimonio natural de Mindanao, han sido acusadas por los militares de ser “comunistas y rebeldes”, pertenecientes al grupo guerrillero “New People’s Army” (NPA), que desde hace décadas tiene en jaque, con un levantamiento armado, al gobierno de Mianila. Según la información que posee la Agencia Fides, las víctimas de una campaña de desprestigio de algunos oficiales del ejército de Filipinas son la hermana Stella Matutina OSB, monja benedictina, y la hermana Julita Encarnación, de las Hermanas de la Asunción de María
Las dos hermanas desde hace tiempo trabajan en la isla de Mindanao en campañas por la paz, la justicia y la defensa del medio ambiente. Han criticado la amplia labor de explotación de los recursos mineros y naturales, con la que empresas extranjeras, gracias a acuerdos con el gobierno, saquean las riquezas de Mindanao. Han denunciado la corrupción de las autoridades locales. Están al lado de las poblaciones indígenas y han levantado su voz contra la impunidad de los asesinatos que sacuden la isla, como en el caso del asesinato del misionero p. Fausto Tintorio, del PIME.
Han coordinado actividades y manifestaciones de la sociedad civil y de las comunidades cristianas en Mindanao. Pero, sobre todo, son consideradas “enemigas del ejército”, ya que han denunciado la campaña de represión por parte de los militares en la operación llevada a cabo contra la insurgencia “Oplan Bayanihan”, iniciada por el gobierno de Arroyo y confirmada por el gobierno de Benigno Aquino
La operación prevé un enorme envío militar a Mindanao para combatir a los rebeldes del NPA y descubrir a los líderes. Sin embargo, estas operaciones – denuncian las religiosas - implican a menudo abuso de poder, violaciones de los derechos humanos, acciones violentas contra la población civil y los indígenas, ejecuciones extrajudiciales de activistas y líderes locales, especialmente a través de las milicias paramilitares creadas y guiadas por el ejército. Las hermanas también han lanzado una petición para la retirada de los militares, afirmando que “mientras que las Fuerzas Armadas de Filipinas continúen sirviendo a los intereses de las grandes empresas, lo que llaman paz sólo traerá más caos y sufrimiento a las comunidades pobres”.
La hermana Julita Encarnación forma parte de una asociación que reúne a muchos misioneros, llamada “Misioneros Rurales de Filipinas”. La hermana Stella ha creado en la diócesis de Mati el grupo “benedictinos para la paz” y es la Secretaria de la ONG “Panalipdan Mindanao”, una organización de “defensores y abogados del medio ambiente, de la creación y del patrimonio de Mindanao”. En el pasado, con otros dos miembros del movimiento, la hermana Stella fue detenida e interrogada durante ocho horas. Los soldados del 28 Batallón de Infantería, destinados en Davao Oriental, han dicho que “la hermana Stella es una monja disfrazada, en realidad es miembro de la NPA” Los mismos líderes del Batallón también habían acusado al p. Tentorio de ser miembro de la NPA.
El padre Ángel Calvo, misionero claretiano en Mindanao desde hace 40 años, recuerda a Fides que “acusar a sacerdotes​​, religiosas y misioneros de ser rebeldes y comunistas era una práctica común en la época de la Ley Marcial, para todos aquellos que criticaban al régimen. Ahora, los tiempos y el contexto son muy diferentes, los acusadores son líderes militares locales. Pero los misioneros no se asustan, seguirán defendiendo los valores del Evangelio, los pobres y los débiles”. (PA) (Agencia Fides 15/5/2012


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