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Malaybalay (Agencia Fides) – Emergencia por homicidios en la isla de Mindanao: el líder ecologista Margarito Cabal ha sido asesinado en la provincia de Bukidnon, en Mindanao (sur de Filipinas). Este es el tercer asesinato en el plazo de dos meses, después del asesinato del líder tribal Jimmy Liguyon (véase Fides 9/5/2012) y del periodista católico Néstor Libaton (véase Fides 10/5/2012). Cabal fue asesinado a tiros por dos hombres no identificados en la noche del pasado 9 de mayo, pero la noticia no ha salido a la luz hasta ahora, señala a la Agencia Fides la Ong local “Karapatan”, recordando que el plazo de dos años - desde que está en el cargo en el país el gobierno de Benigno Aquino Jr. - 76 entre líderes y activistas de los derechos humanos han sido asesinados en las Filipinas.
Trece de ellos estaban comprometidos sobre todo en la protección del medio ambiente, y 9 de los 13 fueron asesinados en Mindanao. Margarito Cabal era uno de los líderes de la “Task Force Save Pulangi” comprometida con la defensa del río Pulangi, en Mindanao central, para lo cual ya está preparado el proyecto de una segunda presa para una mega central hidroeléctrica (ya existe otra en este río) que dañaría el medio ambiente y la vida de los pueblos indígenas que viven en la zona. A la detención de este proyecto se dedicó también el p. Fausto Tentorio, el misionero asesinado en octubre de 2011.
La creciente violencia preocupa mucho a la iglesia local. Su Exc. Mons. Joe Cabantan, Obispo de Malaybalay, la capital de la provincia de Bukidnon, y Presidente de la Comisión Episcopal para los Pueblos Indígenas y Tribales en Mindanao, ha lanzado, a través de la Agencia Fides, un firme llamamiento a detener la violencia: “Condenamos y denunciamos esta sucesión de asesinatos que han ensangrentado nuestra tierra, y que continúan y violan la dignidad humana. Las víctimas son líderes ambientalistas, activistas de derechos humanos, misioneros, periodistas, personas que defienden los derechos de nuestro pueblo. Nuestra apelación es para que termine esta violencia sin sentido. Muchos de los asesinatos recientes y pasados no han sido resueltos y se vive un clima general de impunidad. Pedimos al gobierno un mayor esfuerzo en la investigación, para que se haga justicia, para restablecer el orden y la paz en Mindanao. Recordamos el asesinato de padre Tentorio, pero también el de p. Nerylito Satur, asesinado en 1991, un crimen sin culpables”.
Según el Obispo, “la primera responsabilidad es de las autoridades locales: a ellos pedimos claridad, justicia, compromiso para encontrar soluciones. Como iglesia local, continuamos a rezar y predicar la paz y la justicia. A partir de las pequeñas comunidades locales, ponemos todos nuestros esfuerzos y nuestros recursos para ayudar a construir una sociedad justa y fraterna en Mindanao”. (PA) (Agencia Fides 14/5/2012)
