ASIA/PAKISTAN - Los cristianos: sí a la ley, pero "que ninguno toque al asesino Mumtaz Qadri"

lunes, 10 octubre 2011

Lahore (Agencia Fides) - "Sí" a la justicia y a la legalidad, "no" a la pena de muerte, incluso para un asesino como Mumtaz Qadri, que mató al gobernador de Punjab, Salman Taseer, y se ha convertido para los grupos radicales islámicos, "el héroe de la blasfemia". Es lo que piden los cristianos en Pakistán que, isegún la información llegada a Fides por diversas fuentes en Pakistán, han iniciado un debate público en los periódicos y sitios web, para remarcar " que están en contra de la pena de muerte para Qadri".
Mientras que los grupos fundamentalistas siguen exigiendo la liberación elogiándolo "por matar a un blasfemo," los cristianos reafirman su "no" a la pena de muerte. "Que ninguno toque a Caín", es el principio aplicado por los fieles en Pakistán que, en esta circunstancia, dan testimonio de la defensa de la vida y su carácter sagrado, incluso si se trata de la vida de un asesino confeso.
Los cristianos piden justicia y legalidad, apoyan la acción de los jueces, pero señalan que "sólo Dios es el autor de la vida y puede darla o quitarla". En una entrevista con la Agencia Fides el Rev. Alvin Samuel, pastor protestante y abogado del “Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement” (CLAAS), una organización con sede en Londres y Lahore, que ofrece asistencia legal a los cristianos de Pakistán, explica: "Pedimos que la condena de muerte no se aplique ni siquiera a Qadri. Decimos a los musulmanes: trabajemos juntos para por el Derecho de Pakistán. Esperamos que este enfoque pueda fomentar el diálogo y llevar la armonía a la sociedad".
"Qadri - dice el rev. Samuel - tiene el derecho de apelar y llevar a cabo acciones legales, pero todos deben respetar las decisiones del Tribunal. Los grupos extremistas, con su campaña, no están ayudando al país. El caso Qadri está relacionado con la condición de las minorías y el viejo problema de la ley sobre la blasfemia, donde el abuso perjudica a toda la nación. El gobierno debe hacer más para crear un ambiente de diálogo y de respeto entre las diferentes comunidades religiosas".
Entre 1927 y 1986, recuerda el Rev. Samuel, sólo hubo 7 casos de blasfemia. A partir de 1986 - el período de cambios en el Código Penal hecha por el dictador Zia Hul Aq - se registraron más de 4.000 casos. Entre 1988 y 2005, las autoridades pakistaníes han acusado oficialmente a 647 personas por delitos relacionados con la ley de la blasfemia. Más de 30 personas perdieron la vida por supuesta blasfemia y en la actualidad Asia Bibi, una mujer cristiana, está en la cárcel a causa de una injusta sentencia de muerte por blasfemia. (PA) (Agencia Fides 10/10/2011)


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