ASIA/PAKISTÁN - Católico acusado de blasfemia muere en prisión: el infarto no es convincente, la Iglesia pide claridad

miércoles, 16 marzo 2011

Karachi (Agencia Fides) – El caso de Qamar David, un católico condenado a cadena perpetua por blasfemia fue encontrado muerto ayer, 15 de marzo, en la prisión de Karachi (véase Fides 15/03/2011), la Iglesia Católica "exige claridad" y "quiere comprobar la versión oficial de los hechos que indica el infarto como la causa de la muerte": es lo que declara a la Agencia Fides el p. Mario Rodríguez, Director Nacional de Obras Misionales Pontificias, sacerdote de la diócesis de Karachi. La Iglesia Católica en Karachi, a través de la Comisión ‘Justicia y Paz’ de la diócesis, se está ocupando del caso, proporcionando apoyo moral y material a la familia. La Iglesia tiene la intención de convencer a la familia de David, para que autorice una autopsia, en presencia de personal médico de confianza, para establecer de manera inequívoca la causa de la muerte.
"La noticia de la muerte de David ha sido un duro golpe. Ayer interrumpimos el retiro espiritual de Cuaresma para poder hacer frente a la situación. Hemos contactado a las autoridades de la prisión y hablado con el preso que compartia celda con David. Nos ha confirmado que David estaba bien, pero que tenía mucho miedo, al estár acusado de blasfemia, y que era golpeado con frecuencia. La versión del infarto no es convincente", señala el p. Rodríguez a la Agencia Fides.
Haroon Barkat Masih, Director de la “Masihi Foundation”, que se ocupa de Asia Bibi, comenta a Fides: "Es un hecho muy serio: una muerte en la cárcel siempre plantea muchas preguntas: no olvidamos otros casos de cristianos acusados de blasfemia y asesinados en prisión. Estoy convencido de que David ha muerto a causa de los golpes recibidos por los funcionarios y por otros reclusos. La policía, y el hospital civil del gobierno, quieren cubrir la verdadera causa de la muerte. Debido a la pobreza y el miedo, las familias de las víctimas, a menudo, no piden nuevas pruebas médicas y no tienen el valor de denunciar a las autoridades penitenciarias. Por eso, la familia de David, ahora necesita el pleno apoyo de la Iglesia y de la sociedad civil: sólo así se podrá llegar hasta el fondo y hacer emerger la verdad”.
También Asia Bibi, que ayer recibió la visita de su marido en la cárcel, ha sido informada de los hechos, y ha respondido con estas palabras, que han sido referidas a Fides: "Cada minuto que pasa, creo que puede ser el último. Cada vez que se abre la puerta de mi celda, mi corazón late a mil. Estoy en manos de Dios, no sé qué va a pasarme. En la cárcel, todo el mundo puede conferirse el título de juez y asesino”. (PA) (Agencia Fides 16/3/2011)


Compartir: