ASIA/PAKISTÁN - Asia Bibi y la campaña contra la blasfemia: la ONU y Obama "sigan al Papa"

lunes, 14 febrero 2011

Lahore (Agencia Fides) – El nuevo gobierno de Pakistán se comprometa con el auténtico respeto de los derechos humanos en el país y con la tutela del estado de derecho": es lo que pide la" Fundación Masihi"- en una declaración realizada a la Agencia Fides - al nuevo ejecutivo de Pakistán, después de la reorganización de las carteras y la reducción de los ministerios hecha por el Primer Ministro Raza Gilani. La Fundación se ocupa de la defensa y de la protección de las minorías religiosas, y actualmente presta asistencia jurídica y material a Asia Bibi, la primera mujer paquistaní condenada a muerte por cargos de blasfemia.
El gobierno ha confirmado el Ministerio para las Minorías Religiosas, pero su trabajo se presenta bastante difícil: "¿Qué podrá hacer el Ministro Shahbaz Bhatti, si el gobierno al cuál pertenece ha dicho abiertamente que no va a mover un dedo, por ejemplo, para cambiar la polémica ley sobre la blasfemia?", dice a la Agencia Fides Haroon Barket Masih, presidente de la Fundación Maíz. “Nos encontramos, por tanto, en un punto muerto. Pedimos a la comunidad internacional, a las Naciones Unidas, a los Estados Unidos y a Europa que presten atención a las condiciones de las minorías en Pakistán y que ejerzan presión sobre el ejecutivo pakistaní, para que fomente el respeto pleno de los derechos humanos. Esperamos que los jefes de Estado como el Presidente Obama y los líderes europeos sigan el ejemplo del Papa Benedicto XVI que se ha pronunciado abiertamente a favor de Asia Bibi y de la abolición de la inicua ley sobre la blasfemia”.
Por otra parte, fuentes de Fides en Pakistán señalan que el Ministro Bhatti, en el cargo desde 2008, ha contribuido en poco tiempo y pese a las dificultades, a mantener alta la atención pública sobre la situación de las minorías religiosas y ha promovido varias iniciativas favorables. Ha conseguido que se reserven para las minorías el 5% de los puestos en los departamentos gubernamentales y 4 escaños en el Senado; ha obtenido el reconocimiento oficial de las fiestas religiosas; ha construido espacios de culto no musulmanes en las cárceles; ha ayudado a los cristianos de los barrios pobres en sus batallas legales sobre los derechos de propiedad; ha dado asistencia jurídica y material a las víctimas de la violencia y de la ley de la blasfemia; ha creado en todo el país los “comités de los distritos interreligiosos”, para promover crear conciencia y armonía en el tema de la libertad religiosa; por último, ha creado una línea telefónica de emergencia para ayudar a las minorías religiosas en momentos de crisis. Últimamente, está directamente implicado en el caso de Asia Bibi, afirmando en un informe presentado al Presidente de Pakistán, Ali Zardari, que las acusaciones realizadas contra la mujer son falsas y basadas en la enemistad personal. También ha hablado abiertamente contra de la ley sobre la blasfemia, pidiendo una revisión, y cobrándose a cambio las amenazas de muerte de grupos islamistas radicales. (PA) (Agencia Fides 14/2/2011)


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