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Lahore (Pakistán) – desenmascarar a los testigos falsos, poniendo de relieve el "castillo de mentiras" que acusan a Asia Bibi; demostrar las irregularidades de la policía y los condicionamientos sufridos por el juez de primera instancia que dictó la sentencia de muerte: esta es la línea defensiva adoptada por los abogados de Asia Bibi, que como refieren a la Agencia Fides, están preparando el proceso de apelación, a la espera de la primera audiencia en el Tribunal Superior de Lahore
La nueva investigación promovida por los abogados defensores, explican a Fides los abogados, pretenden demostrar que las dos mujeres, "testigos oculares" de la acusación de Asia, no estaban presentes en el momento de la controversia que supuestamente habría degenerado en insultos blasfemos. Por otra parte, entre los documentos del proceso, que la Agencia Fides ha podido consultar, emerge una "confesión pública" que Asia Bibi habría concedido, sobre la cual se basa el veredicto de pena de muerte. Esto, también, señala la defensa, "es una falsedad grave" que será denunciada en el proceso de apelación. La investigación llevada a cabo por agentes de policía encargados del caso ha sido "pilotada" y "en una sola dirección".
Por mandato de la "Fundación Masihi, con sede en Londres y Lahore - la única ONG que está trabajando realmente de la asistencia jurídica y de la atención a la familia de Asia Bibi – los abogados procederán por falso testimonio en contra de aquellos que contribuyeron a la condena de Asia y pedirán una sustancial indemnización por los daños.
Hoy, en esa dinámica que caracteriza a las acusaciones de blasfemia ha intervenido públicamente Rana Sanaullah, Ministro de Justicia de la provincia de Punjab, afirmando que "en casos como éste a los testigos falsos, una vez que se obtiene la prueba de la mala fe debe imponerse la misma pena sufrida por las víctimas inocentes de acusaciones falsas".
Mientras tanto, hay otra víctima de la ley sobre la blasfemia: se trata del joven musulmán Muhammad Amin, blogger paquistaní de la ciudad de Bahawalpur, en la provincia de Sindh. El joven habría colgado en su blog e intercambiado con un amigo, quien también ha sido acusado, material considerado blasfemo contra el Profeta Mahoma. Un oficial de policía se dio cuenta por casualidad, y así se ha procedido a la denuncia y la detención.
El episodio confirma que la polémica "ley sobre la blasfemia" - tema de intenso debate en la sociedad pakistaní - ha extendido sus tentáculos, incluso en la web. Ya el pasado junio, el Ministerio de Tecnologías de la Información había ampliado el delito de blasfemia a Internet, poniendo bajo escrutinio Facebook, Google, Yahoo, Youtube, pero también Amazon, MSN, Hotmail y Bing, provocando un ciclón de censura e imponiendo restricciones muy fuertes (véase Fides 26/6/2010). Un grupo de inspectores se encarga de monitorear el web disponible para los pakistaníes, que pueden ser acusados y arrestados por blasfemia. (PA) (Agencia Fides 3/12/2010)
