ASIA/PAKISTAN - Parlamentarios amenazados y secuestrados por los extremistas: por esto la ley sobre la blasfemia sigue en vigor

jueves, 17 junio 2010

Hyderabad (Agencia Fides) – “La ley sobre la blasfemia viola los derechos humanos fundamentales, es injusta y se abusa continuamente de ella: sostenemos las peticiones a nivel nacional e internacional para retirarla. Los parlamentarios en Pakistán temen las reacciones de los extremistas por esto no consiguen abolirla”: es todo lo que dice en un coloquio con la Agencia Fides S. Exc. Mons. Max John Rodriguez, Obispo de Hyderabad, comentando la campaña internacional en marcha – que en Europa ha implicado en primera línea a “Ayuda a la Iglesia que sufre” – para cancelar la ley sobre la blasfemia. Mons. Rodriguez recuerda que la ley se usa mal y se abusa de ella por controversias locales y personales. Sobre todo “no prevé la prueba de honor a cargo del acusador y esto da vía libre a los abusos. A veces ocurren verdaderas ejecuciones que tienen lugar en la calle, obra de una muchedumbre enfurecida”
El Obispo explica a Fides: “La ley la introdujo el dictador Zia en 1986 y ningún gobierno, militar o democrático, hasta ahora ha conseguido retirarla. Y sin embargo grandes sectores de la sociedad están de acuerdo en querer cancelarla. Los cristianos y las minorías religiosas. Están luchando y han promovido una campaña nacional e internacional, y también los musulmanes mantienen su abolición. El hecho es que pocos grupos extremistas islámicos, que quieren mantenerla, están preparados para movilizarse: cuando, en el pasado, se han dado anuncios o intentos de abolir la ley, han explotado protestas públicas que han bloqueado el proceso. La paradoja es que la opinión pública está generalmente de acuerdo con la abolición, pero es la opinión de pequeñas franjas extremistas la que prevalece”
“El órgano que tiene el poder de actuar – señala a Fides el Obispo - es el Parlamento, donde se aprueban y se pueden abolir las leyes. Pero hoy muchos parlamentarios tienen miedo: les intimidan y se convierten en posible objetivo de ataque de los extremistas. El país, de hecho, está luchando también con el terrorismo, con asesinatos, atentados con bombas contra las instituciones y las fuerzas de seguridad. Los cargos públicos temen por sus propias vidas y la situación no se desbloquea”.
“Continuaremos en esta lucha – concluye en Obispo - esperando que el país sepa liberarse de las garras del terrorismo y del extremismo ideológico y religioso” (PA) (Agencia Fides 17/6/2010)


Compartir: