ASIA/PAKISTÁN - “Línea directa” para las minorías religiosas con el Presidente Zardari: los cristianos señalan dos graves casos de violencia

lunes, 22 marzo 2010

Islamabad (Agencia Fides) – Se preanuncia que será una línea telefónica sumamente transitada la que el Presidente de Pakistán Ali Zardari ha afirmado querer instituir, para que se señale directamente a la oficina de la presidencia los casos más graves de violencia contra las minorías religiosas en Pakistán. Zardari, en acuerdo con el Ministro para las Minorías, Shahbaz Bhatti, ha ordenado la creación de una línea telefónica en el Ministerio que este en estrecha relación con la oficina de la presidencia para intervenir en las emergencias, adoptando medidas inmediatas en los casos de opresión contra las minorías religiosas. El Presidente también ha solicitado la institución de una comisión interreligiosa nacional que pueda dialogar con el gobierno para afrontar las cuestiones más urgentes.
La comunidad cristiana en Pakistán ha acogida favorablemente esta iniciativa, “esperando que sirva para despertar la atención de las instituciones públicas y de la policía a favor de una efectiva tutela de las minorías religiosas en el país” declaró a Fides una fuente de la comunidad católica de Pakistán.
En particular en estos días los cristianos han señalado al gobierno dos graves casos de violencia contra los creyentes: el de la joven Kiran George, muchacha de Sheikhupura (Lahore), y el de Arshed Masih, padre de familia de Shamsabad (Rawalpindi). Ambos han sido quemados vivos por negarse a convertirse al Islam.
Fuentes locales de Fides han dado luces importantes sobre la historia de Kiran George, que algunos han tratado de manchar con falsas acusaciones. La joven murió el 10 de marzo por quemaduras en todo el cuerpo después de que el musulmán Ahmad Razo, funcionario de policía, la roció con gasolina y le prendió fuego. La joven había sido esclavizada por una mujer, Sama, mercante de jóvenes para vender como prostitutas o esclavas a familias musulmanas ricas. Una vez que había convencido a la madre de Kiran (con falsas promesas e ilusiones) para llevársela, había obligado a Kiran a presentar una denuncia contra sus mismos padres (por violencias inexistentes), amenazando que si no lo hacía los habría mandado a matar. De esa manera había adquirido “total y exclusivo control” sobre la vida de la joven. La había vendido así a un musulmán, Ahmad Raza, imponiéndole la conversión al Islam y el matrimonio forzado.
Kiran, que había quedado encinta, en un estado de extrema desesperación había tenido la valentía de denunciar a la policía su triste historia. Pero la policía, cómplice de Raza, no registró ninguna denuncia. Enterándose del acto de desafío, Raza no dudo en asesinarla quemándola viva. “Es un caso de extrema violencia, un doble homicidio, que permanece impune”, afirman las fuentes de Fides en Pakistán.
Otro caso reciente, señalado a Fides, es el de Arshed Masih, padre de familia con mujer y tres hijos en Rawalpindi. Masih trabajaba como chofer de un rico musulmán que, después de 5 años, le pidió convertirse al Islam bajo duras amenazas. Después de que Masih manifestó su intención de dejar dicho trabajo por las indebidas presiones, Mohammad Sultan, el empleador de Masih, lo denunció por robo en su casa, ofreciéndole retirar la denuncia si se convertía. Ante su negación el 19 de marzo pasado Masih fue agredido y quemado vivo y su mujer fue violada. Masih se encuentra en este momento luchando entre la vida y la muerte en el hospital de Rawalpindi. Los cristianos han pedido la urgente intervención del gobierno para restablecer la legalidad y la justicia. (PA) (Agencia Fides 22/3/2010 – líneas: 42; palabras: 587)


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