Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) –Es una comunidad católica floreciente, vivaz, dinámica, la que se prepara a vivir el Año Jubilar que se abre hoy en Vietnam. La Iglesia local recuerda los 350 años de la institución de los primeros dos Vicariatos Apostólicos (Tonchino y Cocincina) y 50 años de la institución de la jerarquía en el país (ver Fides 23/11 y 21/112009).
De una mirada sobre la Iglesia local emerge un cuadro alentador. Las circunscripciones eclesiásticas principales son tres, Hanoi, Ho Chi Minh ville y Huè, y en conjunto las diócesis existentes son26.
El total de fieles católicos es de 6.150.000, sobre una población que supera los 90 millones, son pues el 6,79% de la población total. Los sacerdotes diocesanos son 2.877, los sacerdotes religiosos 626 (3.503 en total); los religiosos no sacerdotes son 1.688, las religiosas 13.675 y los seminaristas mayores, en camino hacia el sacerdocio, 2.186.
El episcopado cuenta con 1 Cardenal-Arzobispo, 2 Arzobispos metropolitanos, 22 Obispos residenciales, 2 Obispos coadjutores y 5 asistentes, por un total de 32 Obispos activos, además de 13 Obispos eméritos.
Son cifras que prometen positivamente por el futuro de la Iglesia en Vietnam, también porque, según datos que posee de la Agencia Fides, en una contraste entre 2002 y 2009 se nota una positiva tendencia de crecimiento: en siete años se ha dado un aumento de 836mil fieles católicos (+15,7%); de 744 sacerdotes (+34,8%); de 4.201 religiosas (+41,6%) y de 606 seminaristas (+38,3%).
Estamos en el pleno de lo que se ha definido como “una nueva primavera” para la Iglesia en Vietnam. En efecto, después de la instauración de la República socialista en 1975, la Iglesia vivió momentos trágicos: más de 500 sacerdotes y misioneros fueron obligados a dejar el país y muchos fueron encarcelados. Las escuelas católicas, los hospitales, los centros caritativos y las obras sociales fueron confiscadas, los seminarios fueron cerrados, las actividades religiosas estrechamente controladas.
Casi a 35 años de esos acontecimientos, el cuadro general muestra sensibles mejorías (por ejemplo los Seminarios han sido reabiertos) y da buenas esperanzas a los católicos vietnamitas. Sin embargo, todavía hay dificultades para la Iglesia local y quedan abiertas algunas cuestiones fundamentales: la libertad religiosa, el nombramiento de los Obispos, la ordenación de los sacerdotes, la construcción de los lugares de culto, las escuelas católicas, el reglamento de las propiedades eclesiásticas, la evangelización.
La Iglesia en Vietnam espera que su objetivo de contribuir al bien común de la nación sea comprendido plenamente y acogido por el gobierno, de modo que se superen todos los problemas todavía existentes. (PA) (Agencia Fides 24/11/2009)