Islamabad (Agencia Fides) –Los cristianos en Pakistán se movilizan contra la controvertida ley sobre blasfemia: la Comisión “Justicia y Paz”, en el seno de la Conferencia Episcopal del Pakistán, ha convocado una petición popular, recogiendo firmas para presentar al gobierno pidiendo la abolición de la ley. Se trata, entrando en el detalle, de los artículos 295, apartado b, c y 298 apartado a, b, c, del Código Penal pakistaní, que determinan las medidas a seguir sobre la blasfemia a menudo utilizadas para atacar a las minorías religiosas como cristianos y ahmadi.
El Código condena “a cuantos con palabras o escritos, gestos o representaciones visibles, con insinuaciones directas o indirectas, insultan el sagrado nombre del Profeta”. Las relativas penas prevén la cárcel e incluso hasta cadena perpetua y pena de muerte.
La iniciativa de la petición popular ha sido lanzada hace algunos días, después de las nuevas violencias sufridas por los cristianos en Kasur, Gojra y en otros lugares del país. En particular, nota un comunicado de S. Exc Mons. Lawrence Saldanha, Presidente de la Conferencia Episcopal, “los episodios de Gojra son un ejemplo emblemático del abuso de la ley sobre la Blasfemia y de sus consecuencias: ha sido utilizada para justificar violencias y agresiones”.
La comunidad cristiana en Pakistán y las otras comunidades religiosas, que a menudo padecen los abusos de la ley sobre la blasfemia, piden desde hace tiempo, la modificación o la abolición de esta medida. El Presidente Pervez Musharraf intentó reformar la ley en el 2000, pero no lo logró a causa de las presiones de grupos fundamentalistas y de los partidos religiosos.
La Iglesia siempre se ha opuesto a una ley que ha sido definida por Mons. Saldanha, “injusta y discriminatoria”. Por este motivo se ha pedido oficialmente la abolición con diversas listas públicas, en nombre de un principio de justicia, equidad y respeto de los derechos humanos, para todos los ciudadanos pakistaníes, de cualquier religión.
Las asociaciones por los derechos humanos denuncian que las condiciones de las minorías cristianas han empeorado en los últimos meses, y existe una difusa costumbre de utilizar la ley sobre la blasfemia de modo instrumental, para deshacerse de adversarios, enemigos, personas incómodas, especialmente si pertenecen a las minorías religiosas.
Según los datos recogidos por la Comisión “Justicia y Paz”, el abuso de esta ley priva a numerosas personas inocentes de su libertad y hace arriesgar muchas vidas. Del 1986 al 2009 han sido 964 las personas acusadas de blasfemia, y en muchos casos el tribunal ha dictado que las acusaciones eran falsas e infundadas. (PA) (Agencia Fides 1/9/2009)