Yakarta (Agencia Fides) – La policía de Indonesia anunció que sería la Jemaah Islamiyah el autor detrás de los atentados camicaces realizados en Yakarta en las noches entre el 16 y 17 de julio pasado, produciendo 8 muertos y más de 60 heridos. Las dos bombas golpearon dos hoteles de lujo en Yakarta, el Marriott y el Ritz-Carlton, frecuentados por hombres de negocios de todo el mundo.
Después de las primeras investigaciones, los agentes indonesios se concentraron en una célula disidente de la Jemaah Islamiyah, la red terrorista ligada a Al Qaeda, responsable de atentados en Yakarta y Bali en años pasados y que el gobierno de Indonesia pensaba haber fuertemente debilitado gracias al arresto y condena de numerosos militantes y terroristas.
El grupo responsable de los atentados estaría dirigido por Noordin Mohammad Top, un malayo presente en la lista de los terroristas más buscados a nivel internacional. El malayo ha sido definido por el FBI como “un experto en explosivos, recaudador de fondos, reclutador de terroristas” y desde el 2006 es el jefe de un grupo disidente del resto de la organización.
Las autoridades indonesias consideran que el malayo ha organizado también los atentados de Bali en octubre del 2002, además de los ataques con coches bomba frente al Marriott en agosto del 2003.
La Jemaah Islamiyah (JI), la red islamista radical activa en el Sureste asiático, era guiada por Abu Bakar Bashir, religioso indonesio director de una escuela coránica en Java, condenado en el 2003 a cuatro años de reclusión con la acusación de traición y subversión (condena luego anulada en el 2006). La organización, considerada responsable de numerosos atentados y homicidios, según los observadores está hoy lacerada por tensiones internas entre un ala más tradicionalista, que quisiera consolidar lo obtenido hasta hoy, y facciones más radicales, que consideran el uso de la violencia no sólo útil, sino incluso necesario. Entre los radicales sobresale el nombre del malayo Noordin Mohammad Top.
La tragedia de Yakarta ha sido definida “una grave herida para la seguridad nacional”, por el presidente indonesio Susilo Bambang Yudhoyono, recientemente reelegido para un segundo mandato al vértice de la nación. El presidente denunció una campaña subversiva para desestabilizar el país, después de los fatigosos pasos hacia la democracia cumplidos en los últimos años. (PA) (Agencia Fides 20/7/2009 líneas 27 palabras 378)