Maumere (Agencia Fides) - El 1° de mayo de 2000 partían desde la ciudad de Maumere, isla de Flores (Indonesia) hacia las Filipinas, los primeros siete jóvenes indonesios, con el objetivo de prepararse para ser un día misioneros Camilianos en su país. Después de nueve años, el 1° de mayo de 2009, dos de ellos se ha encontrado en la misma ciudad donde han cogido en alquiler una pequeña casa que será el primer seminario camiliano en Indonesia.
La casa-seminario, edificio de dos plantas, podrá hospedar una quincena de candidatos. Estos seguirán en un primer momento un programa de formación de base de un año para frecuentar luego los cursos filosóficos en el Seminario de los misioneros Verbitas de Ledalero, a unos 15 Km. El Seminario Verbita acoge, actualmente, cerca de 750 seminaristas de diversas congregaciones religiosas y diócesis. Es considerado el mayor seminario filosófico y teológico de la Iglesia católica en Asia. El Papa Juan Pablo II lo visitó durante su visita en Indonesia en 1989.
La "fuerza humana" de esta nueva aventura misionera Camiliana estará sobre todo en el grupo de jóvenes religiosos indonesios que, una vez finalizados los estudios y la formación religiosa en Manila, están preparados para regresar como misioneros a su país. Uno de ellos, será ordenado próximamente diácono y después sacerdote. Otros tres lo seguirá en un cercano futuro, si Dios quiere. Son un don del cielo de los que la Orden y la Provincia Filipina se sienten orgullosos.
La isla de Flores, cuya población supera el millón de habitantes con el 70% de católicos, es vista cómo la "tierra prometida" de las vocaciones. Se ha definido también como el pequeño "Vaticano misionero" de la Iglesia Católica indonesia. En efecto, son centenares los religiosos y las religiosas de esta pequeña isla que trabajan, hoy, como misioneros en muchos países del mundo. En Flores, se dice que cada familia está orgullosa de haber dado o de poder dar al menos una vocación a algún instituto religioso o al seminario.
Muchas son las congregaciones religiosas que han llegado a la isla en los últimos años por motivos vocacionales. Los Obispos siempre han acogido con gusto los carismas de los diversos Institutos religiosos. Pero al mismo tiempo han sugerido líneas guías para la promoción vocacional y la formación de base. En efecto desean que las nuevas congregaciones extranjeras abran una comunidad religiosa en el lugar y atiendan la formación de base. Sólo después de la profesión religiosa podrán mandar al extranjero a los candidatos para cursos de especialización.
Entre las diversas congregaciones existe sobre un clima de gran hermandad y colaboración hacia los misioneros extranjeros. Con gusto ofrecen hospitalidad y los asisten para la renovación de los permisos de residencia que, aquí, puede alcanzar un máximo de seis meses. La atmósfera de optimismo y espíritu misionero que se respira es ciertamente señal de la unidad y la vitalidad de la Iglesia Indonesia.
La presencia de los Camilianos en la diócesis de Maumere es vista positivamente por el clero y en particular por el Obispo que, varias veces, ha expresado la alegría y el interés de tener el carisma camiliano en su diócesis. Esperamos que la "nota de caridad" del carisma de San Camilo, pueda tocar también aquí a centenares de enfermos y luego expandirse en las otras 14.000 islas de ese gran país asiático.
La nueva presencia Camiliana en Indonesia hace así realidad el sueño de San Camilo, que tuvo hace más de 400 años, de ver la pequeña planta de su instituto expandirse por todo el mundo. Ciertamente, habrán sido las palabras de aquel sueño las que han dado valor, voluntad y entusiasmo a los primeros jóvenes Camilianos indonesios y a los superiores de la Orden de creer en la Providencia y ver, ahora, realizado el fruto de un camino que comenzó hace nueve años. El Espíritu continua sosteniendo y conduciendo los pasos de estos primeros misioneros Camilianos indonesios en su país. (P. Luigi Galvani MI) (Agencia Fides 29/5/2009)