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Karachi (Agencia Fides) – Los temores manifestados por los cristianos y por las otras minorías religiosas se están revelando fundados: el haber dejado a los talibanes el control del valle de Swat, legalizando la sharia, ha dado un nuevo impulso a los fundamentalistas que están avanzando, manifestándose, y acampando sus pretensiones en otras áreas del país, también en las grandes ciudades de Pakistán (ver Fides 22/4/2009).
Es lo que explica a la Agencia Fides el p. Mario Rodríguez, Director de las Obras Misionales Pontificias en Pakistán. El P. Mario, que vive en Karachi, ciudad portuaria al Sur de Pakistán, narra con aprensión un episodio que ha trastornado y alarmado a la comunidad cristiana de la ciudad: el 22 de abril algunos talibanes fueron sorprendidos mientras embadurnaban con escritos ofensivos e intimidatorios los muros de una Iglesia. Fueron detenidos por algunos cristianos y repelidos, pero volvieron con un grupo de más de 40 militantes armados y comenzaron a disparar contra los cristianos reunidos en el lugar, hiriendo a 15 personas: entre ellos un joven fue herido gravemente. A continuación saquearon las casas de 15 familias cristianas de las cercanías y las quemaron, intimando a los cristianos a que dejen la zona o paguen un tributo impuesto por la sharia a las minorías no islámicas.
La policía ha llegado al lugar y ha impuesto el toque de queda en el barrio, mientras que las comunidades han pedido protección y justicia al gobierno local. El partido “Muttahida Quami Movement”, que representa a las minorías religiosas en el Parlamento pakistaní, ha organizado una manifestación de protesta, condenando lo sucedido y diciendo “no a la talibanización de Pakistán”.
Luego de la entrada en vigor de la ley islámica en el distrito de Swat, los talibanes han ocupado en días pasados también el distrito de Buren al Noroeste del país, a cerca de cien kilómetros de la capital Islamabad. A causa de las presiones internaciones y del gobierno pakistaní, luego de una compleja negociación con las autoridades locales, los militantes se retiraron de la zona. El gobierno ha enviado tropas paramilitares al distrito, pero la situación sigue siendo tensa en todo el país y las minorías cristianas se sienten amenazadas, atemorizadas y en la mira de los integristas.
El incremento de la violencia en todo Pakistán y la expansión de la influencia de los talibanes en la nación están generando una creciente preocupación en instituciones internacionales, comunidades religiosas, organizaciones no gubernamentales y movimientos de la sociedad civil. (PA) (Agencia Fides 24/4/2009)
