Guwahati (Agencia Fides) – Todo inició con una exhortación de la Arquidiócesis de Guwahati para realizar una verdadera y propia “misión al pueblo” en algunas aldeas tribales necesitadas y deseosas de recibir el anuncio cristiano. Más de 250 jóvenes religiosos y religiosas –entre candidatos, postulantes, novicios, probandos, neo profesos- de 11 congregaciones masculinas y femeninas respondieron con entusiasmo al llamado, formando un equipo de evangelizadores que, en las pasadas semanas, se dirigió a las aldeas hablando de Cristo, anunciando los valores del amor, paz, reconciliación, fraternidad.
Muchos de ellos han puesto a disposición sus capacidades o profesionalidad en cuanto profesores, enfermeros, doctores, técnicos agrarios, expertos en puericultura, recibiendo una calorosa acogida por las familias de las aldeas. “Nos hemos sorprendido por su hospitalidad y simplicidad, por rostros y abrazos de los niños”, dijeron los jóvenes evangelizadores.
La experiencia ha resultado importante para las familias que han recibido el anuncio cristiano y han conocido –algunas por vez primera- al Dios del amor, con el Evangelio de Jesucristo y su revolucionario mensaje de amor al prójimo y hasta al enemigo. Por otro lado, la experiencia ha sido muy útil también para los mismos jóvenes religiosos que la han realizado: han experimentado el espíritu, las dificultades y la belleza del ser misioneros. “Hemos vivido plenamente la idea de Iglesia que vive la comunión y la misión”, afirmaron.
Según los responsables de los religiosos, experiencias de este tipo contribuyen a generar vocaciones a la vida religiosa, que son cada vez menores en la difícil situación geográfica, social y cultural de India nororiental.
La arquidiócesis de Guwahati es guiada por Su Exc. Mons. Thomas Menamparampil, personalidad muy apreciada por cristianos y no cristianos en toda la región, por su empeño de hombre de paz y de mediador en los conflictos.
La región está aislada respecto al resto del país; además es habitada por numerosas comunidades y grupos tribales de diversas culturas y tradiciones, que tienen dificultad en acceder a la instrucción. Como explicó a Fides Mons. Menamparampil, “en este cuadro las comunidades cristianas están ofreciendo un gran ejemplo como operadores de pacificación, inculcando los valores cristianos en las culturas tribales. Las poblaciones tribales tienen oídos y corazones muy abiertos y dispuestos a acoger la Buena Nueva. La Iglesia Católica, además, es muy apreciada por cuanto hace, por su labor de pacificación, por la ayuda al desarrollo, por las obras de instrucción y de caridad”. (PA) (Agencia Fides 20/3/2009; líneas 32, palabras 407)