Bangkok (Agencia Fides) – No hay paz para Tailandia. Las agitaciones y los desórdenes de los activistas de la Alianza del Pueblo por la Democracia continúan y se hacen cada vez más fuertes. La manifestación continuó no obstante la dimisión del Primer Ministro Samak Sundaravej (ver Fides 10/9/2008), forzado a dimitir después de sólo 6 meses, luego del juicio en su contra de la Corte Constitucional. Hoy la protesta afectó también al nuevo Premier Somchai Wongsawat, por las mismas razones: estar demasiado ligado a Thaksin Shinawatra, su cuñado, el tycoon tailandés que gobernó el país en los años pasados y fue depuesto en el 2006 por un golpe de estado y hoy está exiliado en Gran Bretaña.
Miles de manifestantes, contrarios a una modificación constitucional propuesta por el nuevo ejecutivo se concentraron frente al Parlamento en Bangkok, bloqueando las entradas con medios pesados, para impedir el normal desarrollo de los trabajos. Los manifestantes son guiados por los líderes de la Alianza del Pueblo por la Democracia, una coalición de fuerzas nacionalistas que apoyan al rey y piden la dimisión de todo el gobierno tailandés.
El premier, Somchai Wongsawat, luego de la lectura del documento de intenciones políticas, tuvo que abandonar el Parlamento en helicóptero. Cientos de parlamentarios quedaron encerrados al interior del edificio ante la imposibilidad de abandonar la zona en automóvil.
La policía hizo frente a las manifestaciones tratando de imponer el orden: en los enfrentamientos que se dieron, murieron 2 personas y más de 400 resultaron heridas, en aquello que los observadores han definido como los más graves actos de violencia desde hace 16 años. Tanto que el vice primer ministro, Chavalit Yongchaiyudh, encargado de las negociaciones con los manifestantes, presentó su dimisión asumiéndose la responsabilidad de los violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Los líderes de la Alianza anunciaron que continuarán su campaña, iniciada hace cuatro meses. La Alianza es una coalición extraparlamentaria que tiene entre sus filas a hombres de negocio, profesores universitarios y activistas que consideran al premier Somchai Wongsawat un hombre de Thaksin Shinawatra y piden un cambio en la ley electoral: el partido oficialista, People’s Power Party –se afirma– toma votos de las comunidades rurales, un electorado casi analfabeto y por lo tanto fácilmente manipulable. Por ello la Alianza pide abandonar el sistema de voto individual (un hombre, un voto), adoptando un sistema mixto, con mayor peso de los representantes de grupos sociales y profesionales.
Por otra parte, la campaña anti gubernativa y los últimos episodios de violencia han hecho tambalear la confianza de los inversores y han distraído la atención de los políticos, mientras que los efectos de la crisis global sobre la economía nacional requeriría un mayor esfuerzo. (PA) (Agencia Fides 8/10/2008; líneas 33, palabras 448)