ASIA/CHINA - La muerte del Obispo de Kinghsien, Mons. Mattia Chen Xilu

viernes, 25 enero 2008

Kinghsien (Agencia Fides) - El pasado 16 de enero murió, en el hospital de Jizhou, Su Excelencia Mons. Mattia Chen Xilu, Obispo de la diócesis de Kinghsien (Jingxian/Hengshui), en la provincia de Hebei (China Continental). Tenía casi 80 años y desde el 2002 estaba en estado de coma debido a una hemorragia cerebral. El Prelado nació el 6 de febrero de 1928, en una familia católica de generaciones. En 1943 entró en el seminario menor de Jingxian y continuó los estudios en los seminarios de Tianjin y Pekín. En 1949 fue profesor en la escuela elemental de Wang Fuma en Pekín. En 1950 entró en el seminario mayor de Shanghai y el 18 de mayo de 1955 fue ordenado sacerdote por Su Exc. Mons. Ignazio Kung Pigmei, futuro cardenal.
Después de la ordenación trabajó como medico en la clínica general de Jingxian, dedicando parte de su tiempo a la evangelización. En 1958 fue condenado a siete años de prisión y a tres de trabajos forzados. En 1969 volvió a su país natal y fue condenado de nuevo a diez años de trabajos forzados. En 1979, en parte rehabilitado, se le permitió enseñar inglés en el colegio de su aldea. Mons. Mattia realizaba, dentro de sus posibilidades en aquel tiempo, su misión pastoral los sábados y domingos, viajando, incluso como vendedor ambulantes si era necesario, para reunirse con sus fieles que estaban dispersos y para evangelizar en las aldeas y en las familias.
En 1980, después de la mayor tolerancia hacia la religión, recuperó abiertamente la actividad pastoral. De ese período se recuerdan su trabajo a favor del dispensario de Jingxian y a la apertura de una gran clínica ocular, la "Catholic Xi Lu Optical". Personas que colaboraron con él en ese período, lo definen como un sacerdote gentil y celoso, teológicamente bien preparado y hábil en la administración, leal y capaz de defender los derechos de la Iglesia. Era Vicario General de la Diócesis cuando recibió la noticia de su candidatura al episcopado: aún confesando que "no tenía virtudes para ser Obispo", se manifestó "dispuesto a obedecer a cualquier cosa que decidiera la Santa Sede". El 28 de octubre de 1996 fue consagrado Obispo Coadjutor para asistir a Su Exc. Mons. Pietro Fang Wenxing, a quien sucedió en 1999. El 12 de marzo de 2002 sufrió una hemorragia cerebral, que lo obligó a guardar cama en estado de coma, y desde entonces, durante estos seis años, no ha recuperado el conocimiento. Desde el 6 de enero de 2004 el gobierno de la Diócesis pasó a manos de su Coadjutor, Su Exc. Mons. Pietro Feng Xinmao.
Los restos de Mons. Mattia Chen Xilu ha permanecido expuestos en la Catedral de Jingxian, dónde se han celebrado todos los días Misas por su alma y se ha recitado el Rosario. Los solemnes funerales tuvieron lugar a las 9horas del 22 de enero, presididos por Su Exc. Mons. Pietro Feng Xinmao, asistido por los Obispos Mons. Giuseppe Li Liangui, Obispo de Sienhsien (Xianxian), y Mons. Pietro Fang Jianping, Obispo Coadjutor de Yüngping (Yongping/Tangshan). Participaron en la Eucaristía y en la procesión fúnebre todos los sacerdotes y religiosas de la Diócesis, un centenar de seminaristas del Hebei y unos dos mil fieles.
La diócesis de Jingxian, situado a cerca de 300 Km. al sureste de Pekín, cuenta con más de 25.000 católicos, tiene 40 sacerdotes en su mayoría jóvenes, 30 parroquias y 40 lugares de culto. La Congregación Diocesana de Nuestra Señora del Buen Consejo tiene más de 60 religiosas, muy activas en la asistencia a los enfermos y ancianos y en las visitas a las familias. Actualmente la Diócesis tiene quince seminaristas mayores y ocho menores, y atiende de cuatro clínicas y una casa para ancianos.
Entre los mártires canonizados en el 2000 por el Papa Juan Pablo II, un buen número eran nativos de esta diócesis: entre ellos los nueve miembros de la familia Wu. Cuando el abuelo, Paolo Wu Anjyu, trató de salvar a la familia escapando al campo, todo fueron alcanzados e interrogados: “¿Sois ciudadanos católicos?” “Si, lo somos”. “Entonces os matamos”. "Nos podeis matar pero nosotros seremos cristianos católicos por siempre”. Mons. Mattia Chen atribuía con frecuencia los buenos resultados de la evangelización al testimonio y a la intercesión de aquellos cristianos. Él quiso que la diócesis cuidará de las reliquias con particular devoción. (S.L) (Agencia Fides 25/1/2008; Líneas: 49 Palabras: 763)


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