Nueva Delhi (Agencia Fides) - Los cristianos en Orissa temen nuevos estallidos de violencia. Las noticias que circulan en las comunidades católicas del estado de la India Nororiental - que han adquirido gran relevancia debido a las violencias a gran escala contra los cristianos durante la Navidad 2007 - no son confortantes, según refieren a Fides fuentes locales.
La reciente relación de la Comisión Nacional sobre las Minorías Religiosas (órgano estatal de la Federación indiano) de naturaleza no confesional, ha confirmado que la violencia del pasado mes de diciembre "fue premeditada y organizada", y que se podrían repetir episodios de este cariz. Preocupa, señala la Relación, que si bien fueron preanunciadas con amenazas e intimidaciones, no se hizo nada para prevenir y proteger a los ciudadanos indianos de fe cristiana, que han vivido días de terror y han visto incendiados y devastados los lugares de culto y las propias casas.
"Odio y división son la bandera ideológica de algunos grupos de extremistas que incitan a la muerte y a la destrucción, difundiendo estereotipos y esparciendo violencia. ¿Dónde está la India laica, democrática, pluralista, que trata a todos los ciudadanos por igual para dar libertad y justicia al pueblo?”, dice una fuente de Fides, indicando que hasta ahora nadie ha sido detenido o imputado por la violencia perpetrada hace un mes. "Es necesario un cambio que ponga fin a la violencia organizada en Orissa", continúa la fuente.
Después de los ataques ocurridos del 23 al 28 de diciembre 2007 en el distrito de Kandhamal (Orissa central) los Obispos indianos han llamado la atención sobre la cuestión a diversos niveles. Una delegación de la Conferencia Episcopal se ha reunido con el Presidente de India Shrimati Pratibha Patil y le ha entregado un memorando, pidiendo el respeto de los derechos civiles. El Arzobispo de Buhubaneshwar, capital de Orissa, Mons. Raphael Cheenath ha pedido a todos que ayuden a las víctimas de la violencia, que está originando un "tsunami humano", según ha denunciado al Cardenal Telesphore Toppo, Arzobispo de Ranchi y Presidente de la Conferencia Episcopal de India.
La situación se ve agravada por el hecho de que a las organizaciones humanitarias como Caritas u otras, se les impide visitar las áreas destruidas, y son más de 3.000 los cristianos procedentes de diversas aldeas del distrito que viven en campos de refugiados.
En total las iglesias destruidas e incendiadas, muchas de ellas católicas, son 71, más de 500 las casas de ciudadanos cristianos, y más de 100 entre bienes y propiedades. (PA) (Agencia Fides 21/1/2008 Líneas: 31 Palabras: 427)