Malabo (Agencia Fides) – “Vivimos una fase de nuevo impulso en nuestro apostolado”, dice Juan Domingo-Beka Esono Ayang, Obispo de Mongomo y Presidente de la Conferencia Episcopal de Guinea Ecuatorial, en una entrevista concedida a la Agencia Fides
-La Iglesia en Guinea Ecuatorial sufrió una etapa de persecución desde 1968 hasta 1979. ¿Cuál es su situación actual?
-La Iglesia actualmente está viviendo un nuevo impulso: hemos pasado de tres diócesis con dos obispos a cinco diócesis con seis obispos. Aunque hemos conocido la persecución, esta ha llevado a un nuevo vigor evangelizador. La Iglesia en Guinea Ecuatorial, a pesar de las persecuciones, ha permanecido presente y activa a través de sus sacerdotes y laicos. Los catequistas fueron encarcelados y sufrieron todo tipo de humillaciones. Sin embargo, su testimonio ha dado y sigue aportando un nuevo impulso vital a la Iglesia en nuestro país. Rendimos homenaje a los sacerdotes y misioneros que fueron perseguidos; ahora el apostolado de la Iglesia en Guinea Ecuatorial es muy apreciado por todos.
-Entre los catequistas que sufrieron la persecución, de uno de ellos, José Si Esono, se ha iniciado el proceso de beatificación.
-Tenemos varios casos de canonización que queremos presentar a la Congregación para las Causas de los Santos. Ya hemos presentado, en el marco de nuestra visita ad Limina, el caso del catequista José Si Esono, quien suscita mucha devoción en Guinea Ecuatorial. Además, está el caso de una religiosa, la hermana Imelda Makole, cofundadora de una congregación femenina local, ("Misioneras Oblatas de María Inmaculada y San José", hoy "Misioneras de María Inmaculada"). También hay otros catequistas y laicos cuyos procesos de beatificación están en curso de iniciación.
-Por lo que me dice en la Iglesia de Guinea Ecuatorial, los catequistas tienen un papel fundamental...
-Desde el primer anuncio del Evangelio en Guinea Ecuatorial, los catequistas han sido considerados la “mano derecha” de los sacerdotes. Hoy en día, son "líderes", es decir, los responsables de las comunidades de base. Por lo tanto, el papel de los laicos es muy importante y presente en nuestra Iglesia.
-¿Los misioneros todavía cuentan con una presencia importante en el país?
-La Iglesia es misionera; no podemos concebir la Iglesia sin la presencia de los religiosos misioneros, que nos aportan carismas y experiencias peculiares. Estamos muy contentos con su papel en nuestro país y alentamos a otros misioneros a venir a Guinea Ecuatorial, cuya Iglesia tiene las puertas abiertas.
Todavía contamos con una significativa presencia de los padres Claretianos (Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María), considerados los evangelizadores del país desde su llegada en 1883. Es cierto que antes de su llegada, otras congregaciones misioneras habían visitado Guinea Ecuatorial pero se vieron obligadas a marcharse debido a epidemias. Los Claretianos lograron superar estos obstáculos, permanecieron en el país y siguen siendo muy activos hasta el día de hoy.
- ¿Y las vocaciones sacerdotales?
- Contamos con un buen número de vocaciones. Disponemos de un único Seminario Mayor en Bata, que en pocos años ha pasado de albergar unos cuarenta seminaristas a casi noventa. De hecho, esta infraestructura se ha quedado pequeña para satisfacer las necesidades del creciente número de seminaristas. Tenemos una urgente necesidad de ampliar los espacios y las instalaciones para poder ofrecer una formación adecuada a los futuros sacerdotes.
(L.M.) (Agencia Fides 13/6/2024)