Manila (Agencia Fides) - El Presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. ha confirmado que su administración tiene la intención de celebrar un referéndum para ratificar los cambios en la Constitución - tras la eventual aprobación parlamentaria - junto con las elecciones de mitad de mandato que se celebrarán el 12 de mayo de 2025, hablando de una "operación rentable". Celebrar las dos votaciones juntas, de hecho, ha explicado Marcos, ahorraría dinero a las arcas del Estado y, por tanto, es deseable "por razones prácticas".
La declaración se produce en un momento en que el debate sobre la posible modificación de la Carta Constitucional de 1987, con un proceso parlamentario y una votación popular (el llamado proceso de "cambio de Carta"), está abierto y es bastante candente entre la opinión pública filipina. En este sentido, existen diferentes propuestas sobre el proceso de revisión, que tocan, por ejemplo, las competencias de la Cámara y el Senado. El Senado, de 24 miembros, no quiere votar junto con los más de 300 miembros de la Cámara, porque entonces los senadores tendrían poco que decir. Las enmiendas aprobadas tendrían que someterse a referéndum popular.
Tras una opinión inicial negativa, la Comisión Electoral de Filipinas (Comelec) -un organismo diseñado para ser constitucionalmente independiente de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial-ha declaró que no veía ningún problema en la posibilidad de celebrar ambas votaciones en una única sesión electoral.
En cambio, el Consejo Pastoral Parroquial para el Voto Responsable (PPCRV) ha expresado su preocupación por la propuesta de celebrar un referéndum junto con las elecciones intermedias de 2025. "Debe garantizarse que el proceso de votación sea lo más sencillo posible, ya que una posible doble votación podría dar lugar a tiempos de votación más largos, colas más largas y una eventual privación de derechos", ha escrito el organismo católico que actúa como órgano independiente de supervisión de las votaciones.
Organismos, asociaciones y obispos católicos se han unido al debate en curso y, en general, han recordado la importancia de la Constitución aprobada por el Parlamento en 1987, tras los años de la dictadura de Ferdinand Marcos sr.
"Las maniobras para enmendar la Carta, en gran medida a través de una iniciativa popular", se lee en un editorial publicado en 'CBCP Monitor', periódico de la Conferencia Episcopal de Filipinas, "han sido una constante política. Al parecer, esto se está convirtiendo en un mal hábito político. El grito de guerra siempre ha sido "mejorar la vida de los filipinos'', pero ahora, advierte el editorial, "existe el deseo de desacreditar la Constitución de 1987 y demonizar la Revolución Popular de EDSA de 1986'', que condujo al derrocamiento del régimen de Ferdinand Marcos padre, el padre del actual presidente.
Los grupos católicos temen que, tras el plan de enmendar la Carta para "adaptarla a la globalización económica internacional" -ésa es la razón aducida por los promotores del cambio- se escondan otros objetivos, funcionales a la agenda política de individuos, dinastías o grupos de poder. Interviniendo en el debate, el ex presidente del Tribunal Supremo, el juez Hilario Davide Jr, ha declarado: "No dudaré en repetir que una enmienda o revisión de la Constitución en este momento sería un experimento letal, un golpe fatal, una zambullida en la muerte".
(PA) (Agencia Fides 7/3/2024)