Zamboanga city (Agencia Fides) - El tiempo de preparación para la Navidad, que la Iglesia católica llama "Adviento", “debe ser un tiempo de reconciliación y de paz en Filipinas y en todo el mundo”: es el mensaje difundido por el movimiento para el diálogo islámico-cristiano "Silsilah", activo en el sur de Filipinas, al concluir este 5 de diciembre, la "Semana de la Paz de Mindanao", promovida por el gobierno filipino.
El movimiento "Silsilah", fundado por el misionero del PIME P. Sebastiano D'Ambra en una zona donde existe una comunidad musulmana de 6 millones de personas, concentrada casi en su totalidad en la "Región Autónoma de Bangsamoro", afirma, en el marco de las celebraciones de la Semana: "Hoy el mundo sufre por las numerosas calamidades y conflictos en Filipinas y otras naciones. Adviento significa "preparación" para la venida de Jesús que celebramos durante la Navidad. La Navidad es una fiesta de paz para todas las personas de buena voluntad. Hay conflictos en muchas partes del mundo por culpa de quienes buscan la guerra para sus propios intereses y visibilidad, sin escuchar los gritos de los que sufren".
"La Oración de la Armonía de Silsilah - continúa el mensaje enviado a la Agencia Fides - recita: Señor te suplicamos por la paz. El Adviento y la Navidad nos recuerdan el mensaje de paz y reconciliación que llega a toda la humanidad. Pero no podemos compartir la paz si no tenemos paz en nuestro interior. Esto nos invita a reflexionar: ¿de qué manera la llegada de la Navidad este año tocará nuestros corazones y nos ayudará a movernos con armonía, solidaridad y paz?".
El camino indicado por el Movimiento es "escuchar más con el corazón". Escuchando los problemas del mundo, podemos movernos con espíritu solidario. La época de las pandemias ha creado muchos temores que aún perduran. Ha llegado el momento de avanzar con valentía, juntos, por el camino de la paz".
La provocación toca ante todo a los bautizados: "El Adviento es para los cristianos un tiempo de penitencia y de preparación para acoger a Jesús, el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. ¿Están dispuestos los cristianos a dar un mensaje de paz en todos los aspectos de la sociedad, sin esperar a que otros se muevan primero?", se pregunta.
Hechos dolorosos como el asedio de grupos yihadistas en Zamboanga (en 2013) o el de Marawi en 2017, donde el ejército combatió y expulsó a grupos terroristas islámicos, permanecen grabados en la memoria de los ciudadanos de Mindanao. Las cicatrices de aquellos acontecimientos permanecen. La confianza y el recelo entre musulmanes y cristianos son consecuencias que siguen presentes hoy en día: "Hay quienes se desaniman y creen que una nueva violencia superará aquella. Pero la venida de Jesús al mundo nos recuerda que el camino hacia la paz es el amor. Su venida es para los cristianos un gran signo de amor, como se describe en el Evangelio".
"Con este espíritu - escribe Silsilah - invitamos a los cristianos y a los fieles de otras religiones a vivir este tiempo especial solidarizándose y promoviendo cualquier gesto o signo de paz que provenga de grupos o comunidades diferentes, sintiéndose parte de la misma fraternidad humana".
El mensaje llega cuando hoy, 5 de diciembre, ha concluido la 25ª Semana de la Paz de Mindanao, repleta de actos, seminarios, reuniones, celebraciones, marchas y actuaciones en diversas ciudades. Para los organizadores, la Semana es "un recordatorio a todos los filipinos, independientemente de su condición en la vida, religión o cultura, para que se comprometan y perduren la paz, la unidad y la armonía".
En Manila, la subsecretaria de la Oficina de Asuntos de Mindanao, Amihilda Sangcopan, expresó la necesidad de "reforzar las iniciativas de construcción de la paz bajo la bandera de la unidad". La paz en Mindanao no sólo dependerá de la acción de nuestro gobierno, sino que también depende en gran medida del compromiso del pueblo de Mindanao", afirmó. Los esfuerzos del gobierno y el ejército filipinos por garantizar la paz y la seguridad, han dado recientemente como resultado la derrota -para algunos definitiva- del tristemente célebre grupo terrorista "Abyu Sayyaf", activo desde hace 30 años en el sur de Filipinas: más de 150 miembros del grupo extremista se rindieron a las autoridades filipinas en la isla de Joló el 8 de noviembre, entregando armas y municiones, lo que hace pensar a los observadores que el grupo yihadista puede haber desaparecido definitivamente.
(PA) (Agencia Fides 5/12/2022)