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Islamabad (Agencia Fides) – Grupos fundamentalistas islámicos en Pakistán han puesto en marcha una campaña para promover una red social, “conforme al Islam” invitando a todos los “verdaderos musulmanes del país a abandonar y boicotear la plataforma Facebook, que difunde contenidos blasfemos y blasfemias contra el profeta Mahoma”. La nueva plataforma recomendada se llama “Millat Facebook” (una especie de Facebook limita a la comunidad musulmana).
En una conferencia pública celebrada recientemente en Islamabad, los líderes musulmanes radicales han hecho un llamamiento especialmente a los jóvenes pakistaníes, invitándolos a reflexionar “sobre el papel de los jóvenes musulmanes en los medios sociales” Los oradores han subrayado en su fuerte contrariedad hacia todos aquellos que quieren abolir o enmendar la ley sobre la blasfemia, en vigor en el país.
Los propietarios de “Millat Facebook”, han declarado que el sitio web, lanzado sin visibilidad en mayo de 2010, en dos años ha multiplicado sus miembros (en la actualidad cuenta con más de 1,6 millones de musulmanes), a pesar de “los intentos de boicoteo de empresas de los Estados Unidos, Europa o de grupos Hebreos”.
Según los observadores, “Millat Facebook” es muy similar al Facebook original y ha plagiado la idea, la estructura y el diseño. El abogado cristiano Nadeem Shakir, que defiende en el tribunal a muchas víctimas de la ley sobre la blasfemia, dice a Fides: “Con la máscara de evitar la blasfemia , estos grupos quieren imponer a la sociedad su forma de vida y su interpretación estricta del Islam. Quieren socavar los derechos y libertades individuales, especialmente de las minorías religiosas y de las mujeres. Quieren desafiar incluso las leyes escritas”. En la actualidad, continúa el abogado, “la cuestión de la ley sobre la blasfemia ha desaparecido del debate público: por un lado, porque los actores políticos la han dejado de lado, ya que no conviene tocar un tema tan sensible en la víspera de las elecciones generales; por el otro porque el grado de intolerancia en la sociedad es tan alto que es difícil para el hombre común o para los grupos de la sociedad civil abordar estas cuestiones, sin correr el riesgo de verse gravemente afectado, hasta el punto de perder la vida”. (PA) (Agencia Fides 9/2/2012)
