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Nairobi (Agencia Fides) - Al menos tres muertos y unos treinta heridos: el presupuesto es una serie de ataques terroristas, cometidos el 24 de noviembre, en Garissa, la Provincia Nororiental de Kenya.
El 6 de noviembre en Garissa se cometieron otros dos ataques: contra una asamblea pentecostal, que ha causado dos muertes, el otro contra de un campamento militar, pero esta fracasó por el mal funcionamiento de la granada.
Estos ataques terroristas se consideran parte de la estrategia de represalia de los Shebab somalíes, con la intención de responder a Kenia, por la operación militar lanzada en el sur de Somalia durante varias semanas. Garissa se encuentra a cien kilómetros de la frontera con Somalia y 70 km de Dadaab, donde se instaló un complejo de campos de refugiados somalíes que huyen de la hambruna y la violencia.
Las tropas de Kenia entró oficialmente en territorio de Somalia para asegurar la frontera entre los dos países, tras una serie de secuestros perpetrados por bandidos somalíes en Kenia. De acuerdo con las autoridades de Nairobi, la fuerza aérea y la marina de Kenya han impuesto un bloqueo aéreo y marítimo del puerto de Kisimayo, la fortaleza de los Shabab, que se retiraron de la capital, Mogadiscio, donde reside el gobierno reconocido por la comunidad internacional, respaldado por una fuerza militar en África. Al bloquear el puerto, los militares de Kenia han robado a los Shabab una de sus fuentes más importantes de los impuestos sobre la renta: las tasas portuarias de los buques que atracan allí y las de bienes de contrabando destinado a Kenia, además de carbón vegetal, que se exporta a Oriente Medio. (L.M.) (Agencia Fides 25/11/2011)
